sábado, 1 de agosto de 2015
viernes, 22 de mayo de 2015
martes, 31 de marzo de 2015
viernes, 27 de marzo de 2015
IMÁGENES QUE SE DESENTIERRAN
Por Brenda Caletti
Así como el antropólogo Claude Lévi-Strauss
le atribuía la noción de bricoleur a
aquel que se valía de elementos disímiles, con una funcionalidad particular
establecida, y luego los distribuía de otra forma para crear nuevas
concepciones, de la misma manera trabaja el director argentino Marcelo
Goyeneche (1972). Este documentalista intenta, a través del uso del material de
archivo, recolección de objetos personales y de sus investigaciones, sacar a la
luz historias que quedaron ocultas o fueron silenciadas. Pero también, busca
quebrar los límites entre realidad y ficción a partir del empleo de dichos
elementos. Por ejemplo, con la incorporación, en una de sus películas, de una
animación, recreaciones de época o musicales.
Desde 2006, Goyeneche integra DOCA,
una asociación de documentalistas argentinos independientes. También brinda
talleres sobre cine documental. Realizó varios cortos y cuatro largometrajes;
el último de ellos es Las enfermeras de
Evita, el cual fue presentado en la 5º edición de Mujeres en Foco, festival internacional de cine por la equidad de
género, y con el que realizó una gira por el interior previa al estreno en 2015.
_ ¿Cómo
organizás las investigaciones para tus documentales?
_ Cuando tengo en claro el tema principal
comienzo dos etapas paralelas de investigación: por un lado, una relacionada
con toda la información bibliográfica, archivos de diarios, noticieros; por
otro, la búsqueda de los protagonistas: el relato oral de la historia, “la voz
del pueblo o de la otra historia”, aquella que abre el camino a la concreción de
una película.
_ Te valés de
material de archivo como videos, audios, entrevistas, fotos y, en algunos casos,
objetos personales que interactúan con el discurso. Para que exista esta
articulación, ¿elaborás el relato a partir de la documentación o tenés una guía
que se ajusta con el material?
_ El documental es un espacio de libertad
creativa, la fusión de muchos elementos (todos valiosos). A mí ese collage
entre distintos objetos, incluso la utilización de fragmentos de cine de
ficción o las recreaciones, me parece enriquecedor a la hora de contar una
historia incluso para poner en riesgo los límites entre documental y ficción.
_ Tanto en El
día que bombardearon a Buenos Aires (2004) como en SMO, el batallón olvidado
(2012) el material de archivo juega un rol fundamental, mientras que en la
reciente Las enfermeras de Evita (2014) se prioriza la reconstrucción de época.
¿Qué beneficios contiene cada formato?
_ Depende lo que estés buscando, los
elementos que están a tu alcance y fundamentalmente del presupuesto con el que
contás para hacer la película. En Las
enfermeras… tuve presupuesto para poder hacer las
recreaciones musicales, cosa impensada en mi primer documental que lo grabé
casi yo solo y sin dinero. Eso no quiere decir que se hacen cosas buenas con
plata sino que adaptás tus sueños a tu realidad económica también.
_ ¿Por qué optaste por una reconstrucción en Las enfermeras… y el
uso del género musical?
_ En Las
enfermeras… sigo esa lógica de
mis películas anteriores de usar todos los elementos a mi alcance. Pero cuando
dije que quería hacer un documental donde los recuerdos de las protagonistas se
convirtieran en cuadros musicales cantados y bailados la reacción era de
asombro y muchas dudas. Desde siempre la vida de los músicos
(desde los clásicos hasta los actuales), ha interesado al cine y otros medios
audiovisuales, ya sea desde la ficción o el documental. Pero, en este caso, las
protagonistas son enfermeras. El género musical no suele ser realista y
biográfico sino más bien idealista, fantástico, más imaginativo que verosímil.
Yo creo que tiene varios puntos en común con el relato oral del cual nos
nutrimos para hacer una película documental. Estos relatos nos desafían a
abrirnos paso en medio de una serie de motivaciones y deseos: el del realizador
por descubrir “la verdad” de la vida de sus entrevistadas y la esperanza de
ellas de dar sentido a su pasado y codificarlo con sus propios mitos. Creo que
fue la mejor combinación posible, arriesgada sin dudas, pero la mejor.
_ El comienzo de SMO… está planteado como una película muda a
partir de las imágenes y las placas descriptivas. ¿Por qué este inicio?
_ Gracias a un libro de Ricardo Rodríguez
Molas tenía la transcripción del debate parlamentario de diciembre de 1901
cuando se sanciona la ley de servicio militar obligatorio. Un debate histórico
maravilloso entre varios diputados y el Coronel Pablo Ricchieri, donde incluso
está ya presente la figura de “obediencia debida” cuando se le pregunta por la
suerte de estos civiles en manos de unos militares a quienes tendrán que
obedecer ciegamente. Se me ocurrió que hacer una recreación de un noticiero de
época sería la forma de poder contar ese nacimiento del siglo XX que venía
acompañado con el S.M.O (Servicio Militar Obligatorio).
_ En los
documentales aparecen variados testimonios según el tema. ¿Cómo realizás el
contacto?
_ Ser documentalista es ser casi un
detective. Cuando estaba realizando El
día… en un momento se me ocurrió incorporar
el testimonio de alguno de los pilotos que participaron de aquel nefasto día
(del bombardeo de Plaza de Mayo). El escritor Gonzalo Chaves reprodujo en su
libro La masacre de Plaza de Mayo una lista parcial de los nombres de los
aviadores. No sabía por dónde empezar. Una noche agarré la guía telefónica y
empecé a marcar: al segundo o tercer llamado me atendió uno de ellos. El hombre
se sorprendió, pero luego empezó a contarme cosas de aquel día. Tras varias
charlas logré conocerlo pero nunca accedió a que lo entrevistara frente a una
cámara.
_ En El día…
uno de los testimonios pertenece a Andrés López, un sub oficial mayor del
ejército, que estaba con Juan Domingo Perón cuando bombardearon la residencia presidencial.
Mientras que en Las enfermeras… aparece María Eugenia Álvarez, quien asistió a
Eva Duarte hasta su muerte. En ambos casos, aunque de diferente manera, se
habla del poco tiempo (como presidente/de vida). ¿Se puede pensar a estas
personas como análogas en su concepción discursiva?
_ Sí lo son, relatan dos momentos cruciales
de la historia contemporánea de este país: uno el fin del gobierno peronista y
otro la muerte de una de las personalidades más importantes de la historia
argentina. Si bien son dos personas y momentos distintos, lo que nunca hay que
perder de vista es que las narraciones personales y la historia son siempre
construcciones subjetivas donde están en juego la composición de cada uno de
ellos social y culturalmente. Hay que aprender a decodificar en esos relatos
los símbolos y la lógica que traen si queremos hacer con ellos un análisis
profundo. Además de estar bien informados como realizadores para poder
discernir si lo que allí se dice es verosímil o no.
_ En los tres
documentales se desarrolla un tema puntual. Sin embargo, en algún momento, la
atención se desplaza de ese centro y el contexto pasa a ser protagonista. ¿Por
qué se produce ese corrimiento?
_ Porque me interesa profundamente analizar
la coyuntura social y política en la que se desarrollan los acontecimientos. Además
tengo la necesidad de traer al presente hechos que de alguna manera siguen
vigentes. Es muy fácil hacer un análisis sobre acontecimientos históricos que
sucedieron hace 60 años, el desafío es interpretar las consecuencias que tienen
hoy.
_ En El día… el
reloj y su sonido funcionan como un motivo recurrente. ¿Por qué?
_ Me quedó grabada la imagen de un reloj muy
grande que había en la casa de gobierno que con el impacto de la primera bomba
cae. El reloj se rompe pero queda inmortalizada la hora en que comienza la
masacre (12.40). Por otro lado, tiempo era lo que ya no tenía el peronismo.
_ En SMO… se habla de la creación de una policía infantil en Salta
y se muestra una grabación por el 20º aniversario en 2010. Es un tema muy
delicado y no muy difundido. ¿Pensás tomarlo como material para una próxima
producción?
_ El tema es poco difundido pero tampoco
parece importar mucho. En varias provincias la mantienen, pese a su
prohibición. No podemos obviar que siempre los niños y adolescentes de los
sectores sociales más pobres son los que forman parte de los ejércitos o de
esta policía infantil. Por ahora no tengo pensado retomar el tema.
_ Según lo que se exhibe en las películas, en Las enfermeras… se
queman objetos personales, en El día…
escasea la información fehaciente y en SMO… se mantiene ocultos ciertos hechos.
¿Considerás que la realización de estos documentales se debe a la necesidad de
producir un registro?
_ Creo que siempre este tipo de documentales
surge como necesidad de contar historias que nos han negado conocer. Y que su
función es la de llegar a la gente para poder reflexionar en conjunto sobre
nuestra historia, sus luchas, nuestro presente y qué sociedad queremos para
nuestros hijos.
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