domingo, 23 de agosto de 2009

VI encuentro hispanoamericano de cine y video documental independiente


VI encuentro hispanoamericano de cine y video documental independiente
CONTRA EL SILENCIO TODAS LAS VOCES

Voces Contra el Silencio. Video Independiente, A.C., la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), la Dirección General de Televisión Universitaria (TV UNAM), el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal y la Comisión Europea, con el apoyo del Instituto Mexicano de Cinematografía, la Filmoteca de la UNAM, el Instituto Nacional de las Mujeres, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, el Centro Nacional de las Artes y Producciones Marca Diablo.

CONVOCAN

A los documentalistas interesados en participar en el VI Encuentro Hispanoamericano de Cine y Video Documental Independiente: Contra el Silencio Todas las Voces, que se llevará a cabo en la Ciudad de México del 13 al 20 de marzo de 2010, bajo las siguientes

BASES

PRIMERA: Podrán participar los documentalistas de América Latina, de España y de otros países cuya obra se refiera a temas hispanoamericanos coincidentes con las categorías del certamen.

SEGUNDA: Podrán participar todos los documentales producidos de forma independiente que hayan sido realizados a partir del 1º de enero de 2008.

TERCERA: Las secciones de participación son:
• Corto / mediometraje
• Largometraje

CUARTA: Las categorías del concurso son:
• Movimientos Sociales y Organización Ciudadana
• Derechos Humanos
• Indígenas
• Mujeres
• Infancia, Juventud y Tercera Edad
• Fronteras, Migraciones y Exilios
• Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable.
• Vida Cotidiana y Cambio Social

QUINTA: La inscripción al concurso es de carácter gratuito.

SEXTA: Los participantes deberán realizar obligatoriamente la preinscripción de la obra y llenar la ficha de inscripción disponible en la página web: www.contraelsilencio.org.

SÉPTIMA: Una vez realizada la preinscripción, deberán enviar con porte pagado y con la leyenda “Material Cultural Sin Valor Comercial”: la Ficha de Inscripción impresa y firmada, una copia en cinta sistema NTSC (Mini-DV, DV-CAM o Betacam SP), una copia en DVD y tres fotografías digitales del documental en alta resolución (300 dpi, TIFF o JPG) a la siguiente dirección:

Voces Contra el Silencio. Video Independiente, A. C.
Carrasco 74, Col. Toriello Guerra. Del. Tlalpan, C.P. 14050, México, D.F.

OCTAVA: Los documentales deberán estar subtitulados al español en caso de que el idioma original sea otro.

NOVENA: Las obras que no cumplan completamente los requisitos estipulados en las bases sexta, séptima y octava no serán aceptadas en el concurso.

DÉCIMA: La recepción de materiales es del 5 de julio al 30 de noviembre de 2009 (en el caso de los envíos postales se respetará la fecha del matasellos).

DÉCIMA PRIMERA: Los materiales entregados NO SERÁN DEVUELTOS. Todos los documentales (tanto las cintas como los DVD’s) pasarán a formar parte de la Videoteca Iberoamericana del Cine y Video Documental Independiente para su difusión con fines educativos y culturales.

DÉCIMA SEGUNDA: El premio del Jurado para el mejor documental de cada una de las categorías será de $2,000.00 USD (dos mil dólares) para corto / mediometraje, y $2,000.00 USD (dos mil dólares) para largometraje.

DÉCIMA TERCERA: Cualquier situación no especificada en esta Convocatoria será resuelta por el Comité Organizador.

Para informes comunicarse al correo electrónico: festival@contraelsilencio.org
o a los siguientes teléfonos en la Ciudad de México:
(52-55) 55.28.07.97 y 56.06.73.76

www.contraelsilencio.org

miércoles, 19 de agosto de 2009

'Tenemos que formar público para el cine documental'


Natalia Armienta egresada del ITESO y ganadora del Premio Especial del Jurado en el Séptimo Festival Internacional de Cine Digital en Viña del Mar, Chile, asegura que existen pocos espacios para difundir el género, y habla de la importancia de formar a los espectadores desde la educación básica.

El cine documental merece y necesita espectadores. A ésa conclusión ha llegado la cineasta mexicana Natalia Armienta Oikawa, quien en días pasados recibió el Premio especial del jurado, durante el Séptimo Festival Internacional de Cine Digital en Viña del Mar, Chile, por el trabajo Compaz de arena, en el que aborda la cultura de los beduinos del Sahara, quienes han sido obligados a vivir en campamentos de refugiados ubicados al norte de Argelia, en una zona llamada la Hamada (que significa La nada).

Respecto a las pocas ventanas de difusión que tiene el largometraje y cortometraje documental en México, la directora asegura que “Hace falta formar públicos para documental, si eso se da, lo demás llega sólo. Le he preguntado a mucha gente ‘¿por que no van a ver documentales?’ y obtengo respuestas como ‘yo voy al cine a divertirme, a desconectarme, no a que me hagan pensar’ y eso es muy válido. Pero considero que deberíamos formar espectadores desde pequeños, en las escuelas por ejemplo. Para que los futuros asistentes disfruten el cine como una herramienta de conocimiento, de aprendizaje, de presentación de la realidad”.
Por otra parte, se manifiesta ajena a las miradas misericordiosas que algunos documentalistas suelen exponer frente al público a la hora de retratar realidades difíciles. “No muestro a los saharauis como, ‘miren pobres, les va mal’. Todo lo contrario, mi intención es exponerlos como personas valientes, fuertes, con un espíritu guerrero y eso lleva a la compasión, que es diferente a la misericordia. La compasión es el acompañamiento del sentir y permite la reflexión”, apunta.

En Compaz de arena, la cámara sigue los pasos de un equipo de cineastas mexicanos, quienes deciden atravesar el mundo para ir en busca de uno de los últimos nómadas, capaces de guiar caravanas, a través de un mar de arena y llevar al espectador a encontrar las pinturas rupestres más antiguas del mundo entre otras maravillas. Pero al llegar ahí, se encuentran con un pueblo que ha sido expulsado de su país, una guerra que por no tener difusión en los medios, “no existe”. Son tradiciones, experiencias e historia que se desvanecen en el exilio.


Compaz de Arena. Fotografías de Bernardo De Niz
Se trata de una historia que ofrece magia y sentimiento, envuelta en los coloridos paisajes del gran desierto del Sahara, ubicado al norte de África. El equipo logra atravesar los territorios liberados burlando 10 millones de minas, temperaturas de hasta 60° centígrados y con poca comida para atestiguar las riquezas de un gran pueblo, su cultura, su gente, su tragedia y sus semejanzas con otras civilizaciones.

El Festival Internacional de Cine Digital de Viña del Mar recibió más de cinco mil trabajos provenientes de diferentes países y es el único de origen latinoamericano que se ha especializado en impulsar el formato digital en el rubro audiovisual.

En lo que se refiere al avance del formato digital como opción para contar y exponer historias, opina que “la estética del celuloide es hermosa y un arte. Pero el fin del cine es contar o exponer relatos y si éste se puede realizar digitalmente, ese detalle valida el nuevo formato. Es tan caro el cine en Latinoamérica por lo menos, que forzosamente terminaremos haciendo cine digital”.

Compaz de arena ha participado en otros festivales internacionales como el Festival Internacional de Cine de Bogota, el Festival Internacional de Mujeres en el Cine y la Televisión, y el Festival Internacional de cine del Sahara. Es el primer documental mexicano en participar en este festival africano.

En el largometraje documental grabado en formato HDV y cuya duración aproximada es de 83 minutos, participaron Bernardo De Niz y Ricardo Ramírez en fotografía fija; Larissa Rojas en fotografía, Mariem Hassan, a cargo de la música y narración, además de Venancio Almanza en mezcla de sonido, entre otros creadores.

La experiencia de recibir el premio especial del jurado, le generó a Armienta Oikawa sentimientos encontrados a la hora de ver el trabajo finalizado. “Sentí alivio de haber terminado; felicidad de que estuviera en una pantalla grande, en un festival internacional y al mismo tiempo tristeza, la que me causa cada vez que lo veo, por los Saharauis, los habitantes de esa región. Espero que la gente se conmueva pues ése es el fin del cine. También anhelo que reflexionen sobre la situación que viven otros pueblos que están en guerra, olvidados, en espera de que nosotros nos demos cuenta y contribuyamos con algo. Espero que la gente sea curiosa y quiera saber más sobre el Sahara donde vive un pueblo Africano, árabe, pero de habla hispana y a punto de desaparecer”, expresa.

La cineasta nació en el Distrito Federal en 1972, egresó de la Carrera de Ciencias de la Comunicación en el ITESO y se especializó en cine. En el 2002 recibió una mención honorífica en el concurso de guionismo El cine en corto. Fue catedrática de la asignatura de Dirección de escena en la licenciatura de cine del Centro de Estudios en Ciencias de la Comunicación y guionista del Instituto Latinoamericano de la Comunicación Educativa, que pertenece a la UNESCO.

A diferencia de otros cineastas, a Natalia el cine no la conquistó como oficio personal desde pequeña. “No soy de las personas que hacen cine y cuenta que vio una película y se quedo impactado y entonces tomó la cámara a los cinco años y comenzó a labrarse camino, mi historia es distinta. A mí me llegó tarde después de cursar la universidad y creo que debido a mi dificultar de comunicar sentimientos de manera verbal. Ahí surgió la necesidad de comunicar a través de los medios. Me gusta el realismo mágico, me gustan las películas que deambulan entre la realidad y la fantasía o la locura, las realizadas por directores como Kim Ki-duk, Ang Lee, Marleen Gorris, Wim Wenders, yPeter Greenaway”.

En 2003 su cortometraje experimental Gula… ¿un pecado?, fue expuesto en el Laboratorio de Arte Alameda con el apoyo de CONACULTA –INBA y participó en la Segunda Muestra de Mujeres en el Cine, realizado en Cineteca Nacional. En el 2004 editó su primer libro La permanencia del Vampiro, un ensayo sobre vampirismo y cine que abarca desde 1896 hasta el año 2000.

Ha realizado varios cortometrajes y documentales, así como trabajos para firmas productoras como Argos, Discovery Channel, Endemol y Antena 3. Es miembro activo de la Sociedad de Amigos del Sahara Occidental y ha participando en actividades culturales en beneficio de los refugiados en Argelia. También forma parte de Mujeres en el Cine y la TV internacional (WIFT-México).

Fuente: Coordinación de Prensa y Difusión ITESO
ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara

jueves, 6 de agosto de 2009

“No hay una política de preservación”


FERNANDO MARTIN PEñA Y EL CICLO DE CINE MUDO ARGENTINO EN EL MALBA
A pesar de la histórica desidia que llevó a la desaparición de la mayoría del material histórico, el programador consiguió armar una muestra de entrada libre que incluye más de veinte films entre cortos y largos, con auténticas perlas.

Por Oscar Ranzani

Tuvieron que pasar nada menos que veinte años para que el público porteño pueda disfrutar nuevamente de un ciclo de cine argentino mudo. Pero tan ambicioso como el que se propuso el programador de cine del Malba, Fernando Martín Peña, nunca hubo. Es que gracias al material conservado por instituciones privadas y públicas, Peña planificó –con la colaboración del Museo del Cine Pablo Ducrós Hicken– la Retrospectiva Cine Argentino Mudo, que incluye más de veinte films entre cortos y largos del período previo a la etapa sonora, y que podrán verse desde mañana y hasta el 30 de agosto en el Malba (Figueroa Alcorta 3415, con entrada gratuita), algunos musicalizados por Fernando Kabusacki y Matías Mango. El ciclo es también un llamado de atención y una puerta abierta a la necesidad de la preservación del material fílmico, un tema que a Peña siempre le preocupó: de los 200 largometrajes argumentales que se supone que se realizaron durante la etapa del cine mudo sólo hay un puñado que pudo rescatarse. ¿Por qué? “Hasta el presente no hubo de parte del Estado una política de preservación en el tema de cine”, sostiene el programador en diálogo con Página/12. “Se entendió muy tempranamente, allá por el ’47, que había que financiar la producción. Al cine argentino lo financia el Estado desde ese año, pero nunca esa financiación de la producción estuvo acompañada por un apoyo a la preservación, con lo cual el Estado termina pagando algo que después pierde. Y si se hubiese empezado en esa época misma con la cuestión de la preservación también muchísimos más materiales existirían hoy en día. En esa época todavía quedaban películas mudas argentinas que se podían encontrar. Hoy lo que tenemos es muy poco, y además se ve mal”, asegura el crítico e historiador de cine.

Una de las perlas de la retrospectiva es El último malón, la primera fusión entre documental y ficción, dirigida por Alcides Greca en 1918. Refiere al hecho que ocurrió el 21 de abril de 1904 en San Javier (Santa Fe), considerado por la historia como la última rebelión de indios mocovíes en el litoral argentino. Nacido precisamente en San Javier, Greca en esta película “reconstruye con los protagonistas reales un episodio histórico anterior”, señala Peña. Con respecto a la mirada que el film establece sobre los indígenas, el programador del ciclo reconoce que “lo de Alcides Greca es raro porque no se corresponde con la mirada hegemónica de la época. Por un lado, señala que los blancos han sido los responsables del saqueo, de la decadencia del mocoví, en este caso, entre otras cosas porque les han regalado alcohol, con lo cual los han transformado en borrachos”. Pero al mismo tiempo “no cae en el lugar común de la idealización acrítica del indio. No cae en el arquetipo del buen salvaje. Por ejemplo, muestra que si los mocovíes no triunfaron en ese último malón fue también porque estaban divididos entre ellos”.

En el infierno del Chaco, realizada por Roque Funes en 1932, viene a ser una especie de documento fílmico sobre la guerra entre Bolivia y Paraguay que duró hasta 1935. “Es una película de propaganda a favor del Ejército y de la causa paraguaya, pero con el tiempo se transforma también en un documento. Pero básicamente se pensó como una película de propaganda”, cuenta Peña, ya que Roque Funes viajó al Paraguay, se puso notoriamente del lado de este país y acompañó ese ejército. “Es decir, el lado boliviano no existe en la película”, asegura Peña. Así y todo, el rol de Funes osciló por entonces entre el de director y, a la vez, corresponsal de guerra. “La película tiene una urgencia periodística. La guerra estalló en julio de 1932 y él en noviembre ya estaba estrenando la película. O sea que Funes estuvo tres meses allá, la armó y eso tiene que ver con la urgencia del periodista, del corresponsal en este caso, parcial: para hablar del lado del que él estaba”, dice Peña.

Amalia, de Enrique García Velloso, fue filmada en 1914 y es uno de los primeros largometrajes adaptados de una novela, en este caso del clásico de José Mármol. “Lo que tiene raro esa película es que se estrenó en el Teatro Colón. Fue algo hecho por una sociedad de beneficencia, con damas y caballeros de la sociedad aristocrática porteña para recaudar fondos para una entidad que se llamaba La sociedad del Divino Rostro, que tenía una intención caritativa. Y fue una de las poquísimas veces que se vio cine en el Colón”.

Otra de las perlas es Nobleza gaucha (1915), de Eduardo Martínez de la Pera, Ernesto Gunche y Humberto Cairo, considerado el primer gran éxito de la cartelera cinematográfica del cine argentino. “Es imposible saber de números, no se hacían estadísticas en esos años. Pero fue una película que se siguió pasando incluso cuando llegó el cine sonoro. De hecho, hubo una remake sonora que no tuvo ni por las tapas el mismo éxito que la muda”, afirma el programador. La historia es simple: un gaucho que viene a Buenos Aires a rescatar a la mujer amada que fue secuestrada por un estanciero poderoso. “El planteo argumental es muy elemental, pero tiene muchas cosas muy interesantes que tienen que ver con la ficción gauchesca de esos años”, describe Peña, quien detalla que el film tiene escenas camperas “que son documentales (como una doma de potro), tomadas de la realidad. Y con el mismo criterio hay una larga secuencia donde en una fiesta se baila el pericón, lo cual es curioso porque es una película muda”. Teniendo en cuenta que el film incluye párrafos del Martín Fierro, Santos Vega y Fausto, podría pensarse que Nobleza gaucha tuvo una inspiración literaria. Peña lo desmiente: “Dicen que la inclusión de los párrafos vino después, fue un pensamiento posterior y parece que eso se les ocurrió al final con la película ya filmada. No estuvo pensada de antemano”, dice.

Florencio Parravicini ya era una leyenda cuando Eduardo Martínez de la Pera y Ernesto Gunche le propusieron trabajar en Hasta después de muerta (1916), basada en su obra de teatro homónima. “Era un gran hombre del teatro como autor y como intérprete y, además, excedía el límite del teatro porque era un aventurero, un tipo que había viajado por el mundo, era aviador, practicaba tiro al blanco en público. Era una figura ya de carácter legendario aun en 1916”, asegura Peña. A pesar de que no utilizó su voz, en su composición actoral Parravicini “hace más o menos el mismo tipo de personaje que después va a hacer en el cine sonoro. Juega con la simpatía del rostro. Tiene una cosa con la cara, una cara muy rara, muy extraña. Y la usa muy bien. Toda la película es una de las poquísimas de actor que tiene el cine mudo argentino que conocemos”, analiza el programador. Peña también sostiene que Hasta después de muerta no es una combinación de melodrama y comedia de costumbres, sino que conviven los dos géneros “de una manera a veces chocante, porque la película empieza como una comedia y, de golpe, se transforma en un drama espeluznante, incluso macabro. Y el final es terrible. No fluye de un género al otro. De golpe, pasan cosas terribles y, de golpe, pasan cosas cómicas. Es muy extraño”.

La mosca y sus peligros (1920), también de la dupla De la Pera-Gunche, es un “documental profiláctico”, según Peña, que estuvo pensado para una campaña sanitaria “como ahora sería la de la gripe A, con los avisos públicos. Sólo que no fue una campaña pública. Es algo que surgió de De la Pera y Gunche, quienes se asocian con un tal Doctor Bárbara. Y con él hacen tres o cuatro películas de media hora sobre distintos males, con imagénes científicas pero pensadas para el gran público, con el objeto de difundir la necesidad de combatir ciertas cuestiones sanitarias. Y la que quedó fue La mosca y sus peligros”. La forma que tenía la dupla de hacer campaña sanitaria “era mostrar los peligros de la mosca de la forma más explícita posible. Entonces, hay unas imágenes terribles, con lo cual hoy en día parece una película bizarra”, afirma Peña.

Mosaiaco criollo (1929) se considera una revista musical filmada porque no tiene argumento. Está compuesta por cinco números musicales, “uno detrás del otro; nadie habla en la película sino que todos cantan, zapatean o tocan el piano. Hay una segunda fonografía que hacía Alfredo Murúa con gente de la productora Ariel, algunos meses después. Y en esa segunda fonografía sí hay una escena hablada”, concluye Peña.

* La programación completa y horarios de proyección pueden consultarse en www.malba.org.ar.

domingo, 2 de agosto de 2009

El Festival de La Habana expresa su apoyo a los cineastas de Honduras.


Hermanos y hermanos de la América toda:

Con gran preocupación la Casa del Festival, institución cultural encargada de las labores organizativas del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, ha seguido de cerca los acontecimientos ocurridos en la hermana República de Honduras.

Jóvenes y profesionales del cine de ese país, rompiendo el cerco mediático impuesto tras el golpe de estado, han denunciado no pocos actos de violencia y barbarie contra la comunidad del audiovisual hondureño y contra el pueblo que trata, brutalmente reprimido, de enfrentarse al golpe de estado.

Apoyándose en un verdadero golpe mediático que acompaña al de estado, los usurpadores cierran o silencian estaciones de radio y televisión, y producen amenazas y agresiones físicas a periodistas y cineastas, para hacer ignorar al pueblo hondureño, que los golpistas están siendo repudiados por el mundo y que han sido declarados ilegítimos por los Organismos internacionales.

La historia se repite. Vuelve la vida de los cineastas a correr verdadero peligro. Las cámaras que con ojos de pueblo desenmascaran acciones e intenciones, se tornan objeto de fría y calculada persecución. Nada más cercano a aquel Plan Cóndor que dirigido por el Imperio y sus secuaces intentaron exterminar la izquierda en el Cono Sur de América.

El Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano denuncia ante los intelectuales de todo el mundo, y en particular de nuestra región, las atrocidades, represión y abusos que sufren nuestros compañeros del audiovisual en Honduras, a partir del plan que los golpistas de ese país tratan de aplicar silenciando y ocultando la lucha del pueblo por recuperar sus libertades.

¡Expresarnos todos para romper el plan de silencio! ¡Expresarnos todos para romper el riesgo que complicidades, cálculos, cobardías y maniobras que en el seno del Imperio y entre sus servidores van destinadas a sacrificar a Honduras y su pueblo!

Alfredo Guevara
Presidente
Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano

2.

Me veo obligado nuevamente a dirigirme a los amigos, compañeros y hermanas y hermanos cineastas, a todos los artistas, técnicos y a cuantos se interesan en el cine y en todo el audiovisual en América Latina y el mundo ante el peligro que corren los muy jóvenes realizadores del audiovisual en Honduras. Ellos luchan con valentía por romper la barrera de silencio impuesta brutal y descaradamente por los golpistas que se han apoderado del gobierno hondureño con la fuerza de las bayonetas. Este comunicado resulta de noticias frescas, directas, fidedignas y subrayo, directas. La represión arrecia, las manifestaciones populares, la evidencia de la brutalidad de los usurpadores, el aislamiento internacional, les desespera.

El Imperio es Imperio y conserva su esencial naturaleza colonial y neo-colonizadora. Dobles políticas están en marcha y parte de sus Medios, especialmente los volcados sobre América Latina tratan de sembrar confusión escudados en supuesta objetividad, sus falsos-teatrales analistas, verdaderos simuladores, tratan de trasmitir un cierto distanciamiento a costa de la vida, la justicia, la moral y la legitimidad. Una de cal y una de arena, hipócrita imparcialidad empeñada en confundir. Ellos son voceros de una de las dos políticas imperiales, sea por vocación, sea sirviendo intereses mezquinos y, será mejor decir, los de la oligarquía más brutal. Usurpan el lenguaje de la democracia verdadera y de la libertad sin recato alguno. No es la libertad de usurpar la libertad la que merece defensa, solo merece defensa, defensa obligada, la libertad del pueblo, y ahora para nosotros la de los cineastas del audiovisual todo, la de los jóvenes cineastas hondureños en peligro y amenazados de muerte por la represión golpista.

Es necesario decir No! a la nueva operación Condor que se comienza a diseñar. Es necesario movilizarnos contra la represión desatada por los golpistas. No! a los que amenazan nuevamente con escuadrones de muerte.

Es ahora, hoy, el día de la denuncia. No mañana cuando el Imperio desclasifique papeles y revele complicidades ya pasadas. Es necesario, urgente, denunciar ante la opinión pública norteamericana y ante sus poderes la presencia hipócrita, reaccionaria, simuladora de fascistoides que actúan desde todos los rincones; y que pueden ser personajes que renuncian a ser persona. Se trata de esa zona a la que no importan vidas ni libertades reales; tan solo se interesan en la libertad de los mercaderes para explotar a los pueblos y acosar a quienes se les enfrentan.

Amigos, compañeros, hermanos del Audiovisual, defender a esos jóvenes, algunos de ellos graduados de las Escuelas de Cine de América Latina, moral, fraternalmente nuestros, a esos jóvenes que filman a todo riesgo en Honduras, será en realidad defender a Honduras; contribuir a salvar vidas y libertades.

Por eso este llamado va dirigido también, especialmente a los alumnos y profesores de todas las Escuelas de cine en que algunos de ellos se han formado.

Alfredo Guevara
Presidente
Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano