domingo, 26 de septiembre de 2010

''El rati horror show'', otro camino para descubrir la verdad.


Ricardo Piñeyro vuelve con el Rati Horror Show. Su nuevo documental denuncia una singular conspiración policial y judicial para esconder un caso de gatillo fácil ocurrido en 2005.
El fenómeno global Michael Moore parece haber advertido a la industria que los documentales también pueden encontrar un público importante en los cines. Con un tono decididamente propio, tenacidad, conocimiento del género y mucha valentía, el director, productor y actor Enrique Piñeyro marcó un hito con Fuerza Aérea S.A. y ahora con El Rati Horror Show vuelve a provocar conmoción. El film deja testimonio del espeluznante derrotero de Fernando Carrera: acusado de robo agravado y triple homicidio; masacrado por la Policía Federal con 16 disparos, de los cuales lo alcanzaron ocho; sobreviviente impensado y condenado a 30 años de prisión. Piñeyro no se queda ahí. Luego de una exhaustiva relectura de la causa, nuevos aportes probatorios y apelando al sentido común, denuncia que se trató de un caso de gatillo fácil ejecutado y encubierto por la policía, avalado por la Justicia e inicialmente casi festejado por gran parte del periodismo televisivo. Con esta nueva película Piñeyro reafirma su convicción de que el cine también puede ser una herramienta para intervenir y/o modificar la realidad. O al menos una posibilidad de intentarlo a la que no está dispuesto a renunciar.
El documental golpea de entrada. Sin mediar presentaciones, avisos, ni advertencias. Una edición de múltiples noticieros de TV enuncia, repite y casi propagandiza una verdad única que no deja lugar a dudas ni fisuras. Adjetivada y taladrada con tonos de indignación mediática. Carrera es un asesino “amoral” –término exacto usado por un movilero–. El hecho se conoció como “La masacre de Pompeya” y se desarrolló el 25 de enero de 2005. Carrera transitaba normalmente por la zona de Puente Alsina en su Peugeot 205 blanco hasta que desde un auto no identificado y con una matrícula de escasa visibilidad efectivos de civil de la Comisaría 34 lo interceptan y le apuntan. Supuestamente buscaban a tres delincuentes en un auto blanco que habían cometido dos robos en la zona. Abordado con total sorpresa y sin mediar identificaciones, Carrera –gomero, sin antecedentes y padre de tres hijos– creyó que era víctima de un robo y atinó a pisar el acelerador e intentar huir. Casi inmediatamente un tiro lo hirió en la mandíbula. Herido gravemente y probablemente inconsciente, el auto siguió su rumbo, se metió en contramano por la avenida Sáenz, atropelló a varias personas, mató a tres, chocó y se detuvo. Un grupo de policías que lo seguían en un móvil efectuó dieciocho disparos y acertó ocho en Carrera. La versión policial repetida por los canales de TV y aceptada por la Justicia decía que Carrera devolvió el fuego. No hay testigos ni pericia técnica seria que sustente eso.
“Empecé a meterme en esta historia de casualidad. Mi hijo me mostró en Youtube un video del programa de Nelson Castro donde la titular de la Defensora del Pueblo Alicia Pierini, los abogados de Carrera y su mujer explican algunas irregularidades importantes del caso. En el interín llama la jueza Beatriz Bistué de Soler y su intervención me dejó mudo. Su nivel intelectual parecía bastante llano, su vocabulario oscilaba entre lo bizarro y terrorífico, y su argumentación le hacía juego. Entonces pensé: ‘¿Esta mina condenó a 30 años de prisión a un tipo? Dejame de joder’. El tema me quedó picando, pero pasó. Hasta que un día me vinieron a ver los periodistas y documentalistas Pablo Galfre y Pablo Tesoriere y me trajeron un proyecto de investigación bastante avanzado. Empezamos a mirarlo y cada cosa que aparecía era peor que la otra. Nos pusimos a investigar nosotros y saltaban cosas más graves. Carrera fue baleado, no murió de casualidad y condenado injustamente a 30 años de prisión a través de una manipulación feroz de la causa judicial. Analizar el caso me hizo dar cuenta de que Carrera puede ser cualquiera de nosotros, por eso había que hacer algo para luchar por él y para que esto no suceda más”, explica Piñeyro.
El realizador de Whisky Romeo Zulu, Fuerza Aerea S.A. y Bye Bye Life, entre otras, toma y potencia una historia trágica y desesperante. Pero la trata y desarrolla con lenguaje cinematográfico. Lo que pudo haber sido una avalancha de información difícil de asimilar fluye en una narrativa cuidada y una paleta de herramientas que enriquece el relato. Maquetas gigantescas, reconstrucciones digitales, pruebas de balística con rayos láser y hasta muñecos que toman el lugar de los jueces del caso, son algunos de los recursos utilizados. Incluso algún toque de humor descomprime la tensión que generan las irregularidades de la causa –más allá de que algunos comentarios de tono burlón y cierta liviandad de Piñeyro contrastan con la solidez argumentativa que desarrolla la película–.
La contundencia de El Rati Horror Show reclama una respuesta. Carrera sigue detenido en el penal de Marcos Paz y tanto él como su familia, la de los muertos aquel trágico día y la sociedad misma necesitan justicia. Piñeyro explica: “La causa ahora está en la Corte Suprema. Tenemos muchas esperanzas de que revierta el fallo. Creo que las posibilidades de que así suceda son buenas. Carrera tiene que quedar libre. Aunque todo su dolor y el de su familia no se van a arreglar nunca. Junto a su esposa nos reunimos con (Eugenio) Zaffaroni. Le mostré muchas cosas. ‘Esto es lo que dicen los testigos, esto es lo que escribieron los jueces’, le dije. Enarcó las cejas cuando vio que los testigos decían que no vieron disparar a Carrera y la causa afirmaba lo contrario. ‘Les prometo que vamos a estudiar la causa, no les puedo confirmar los tiempos’, nos respondió. Es un paso adelante muy importante. Esperamos con mucha ansiedad que la Corte se expida”.
• UNA ZONA NEURÁLGICA DE RECAUDACIÓN
Fernando Carrera sufrió los disparos, la cárcel y un primer abogado que le recomendó declararse culpable y resultó tener una relación muy cercana con miembros de la Policía Federal. Pero luego, el abogado Federico Ravina tomó la causa –en un principio con la colaboración de Rocío Rodríguez López–. No alcanzó para torcer una sentencia que hoy es duramente cuestionada, pero el compromiso de Ravina no se amedrentó después del primer fallo.
“En su momento me vino a ver la mujer de Carrera y me dijo: ‘A mi marido le dieron ocho tiros y le armaron una causa’. Pero muchas personas para defenderse utilizan como estrategia denunciar que les armaron una causa. Entonces decidí estudiar el expediente. Ya desde el principio era raro. Carrera supuestamente había cometido dos robos con su propio auto, no tenía antecedentes, transitaba hasta con la patente al día. Pero al mismo tiempo los casos de gatillo fácil son diferentes. Las víctimas son pibes conflictivos, con problemas de conducta que la policía decide sacar del medio. Luego arman la causa para taparlo. Los laburantes como Carrera no suelen ser víctimas del gatillo fácil. Pero a medida que chequeaba lo que había pasado todo era más irregular. Las pericias balísticas eran insostenibles, a Carrera no le habían hecho la prueba de parafina, los testigos eran llamativamente pocos para un hecho que ocurrió en una zona tan concurrida… A medida que seguí investigando me quedó claro que era una causa armada por la policía y los jueces se montaron en eso. Se ejecutó una arbitrariedad de una dimensión pocas veces vista. Ahora, después del estreno de la película, amenazaron a un testigo que vio cómo la policía le disparaba con una Itaka a Carrera en Esquiú y Sáenz”, explica Ravina.
Ravina se define como un militante de derechos humanos, trabaja en la Comisión de Derechos Humanos del Bajo Flores y en el Ministerio de Justicia de la Nación –para poder representar a Carrera tuvo que pedir licencia sin goce de sueldo–. Tomó el caso cuando nadie creía en Carrera y la versión policial era la única que se escuchaba en los medios.
El Rati Horror Show también tiene mucho que ver con Ravina. “El encubrimiento corporativo responde a un interés económico –explica el abogado–. Esa zona de la Capital Federal es un centro neurálgico de recaudación policial. Nadie quiso desequilibrar esa ingeniería y no importaba lo que le hicieron a Carrera ni los tres muertos ni los heridos. Cuando nos dimos cuenta de eso, de que estaban dispuestos a pasar por alto la ley y hasta el sentido común, empezamos a pensar en la hipótesis de la película. Por eso grabamos el juicio. Con el tiempo nos contactamos con Piñeyro y aquella idea finalmente se hizo realidad”.
–Ahora la causa está en la Corte Suprema. ¿Hay lugar para la esperanza?
–La película le está dando mucha visibilidad al tema. La gente empieza a darse cuenta de que todos podemos ser víctimas de un manejo de estas características. Queremos hablar con todos los jueces de la Corte Suprema. Es necesario que se haga verdadera justicia por Carrera y también por los tres muertos de aquel fatídico día. Realmente estamos muy esperanzados de que la Corte Suprema cambie el fallo. Esperemos que los jueces puedan abrir los ojos, ver el expediente tal cual es y hacer lo que deben hacer.


Por Sebastián Feijoo
Miradas al sur

sábado, 18 de septiembre de 2010

Entrevista a Silvia Romano Directora del CDA de la Universidad de Córdoba.


El Centro de Conservación y Documentación Audiovisual (CDA) de la Universidad de Córdoba rescata, preserva, investiga, custodia y difunde material fílmico documental, principalmente del noticiero de Canal 10 de la UNC del período 1962-1980. Dispone de miles de noticias sobre la realidad de Córdoba, el país y el mundo de las décadas del 60' y 70', sistematizadas y accesibles en base de datos y en soporte video analógico y/o digital.

Somos el rio y la sombra que se proyecta en el.
Jorge Luis Borges.


Luego de varios años de espera el pasado 30 de Agosto la Presidenta de la Nación firmo el decreto que reglamenta la creación del CINAIN, Cinemateca y Archivo de la Imagen Nacional, días antes de esta excelente noticia nos encontramos con Silvia Romano en Córdoba para hablar de este tema tan importante como es el patrimonio audiovisual su conservación, su preservación y su difusión.
Marcelo Goyeneche.

MG- ¿Cuándo nace este vínculo con la conservación del patrimonio audiovisual?

SR- Creo que desde mi época de estudiante, estudiaba Historia y Fotografía. Después, cuando comencé a dictar Historia Argentina en la carrera de Cine y TV, mi mayor preocupación fue poder vincular el estudio de la historia con el cine, que los estudiantes pudieran articular la materia de cine con la historia argentina. Es importante entender que el cine le da a la historia documentos para reconstruir nuestro pasado y a la inversa, la historia es fuente de inspiración temática del cine, entre otras relaciones.

MG - ¿Cuándo se crea el CDA (Centro de Conservación y Documentación Audiovisual)?

SR- A comienzos de los noventas los SRT (Servicios de Radio y Televisión) de la Universidad Nacional de Córdoba propusieron al Departamento de Cine pasar a video los rollos del noticiero del canal 10. Los rollos están en 16 mm. Nos encargamos de elaborar el proyecto en el que se plantearon dos cuestiones: por un lado como manipular con conocimiento y tecnología ese material y por otro lado entender que ese material es patrimonio cultural. El primer esbozo fue bastante elemental, pero sirvió de base para el primer convenio que firmó la Universidad con los SRT Canal 10. Ese primer convenio que firmamos contemplaba algo muy importante, que el material debía ser de acceso público y que el original debía ser conservado en el ámbito de la UNC. Sobre esa base se constituyó lo que luego sería el CDA.

MG- ¿Año?

SR- El primer convenio se firmó en marzo de 1994

MG- Pleno neoliberalismo.

SR- Si, en ese momento había tratativas para privatizar, para vender los SRT. Pero en el rectorado estaba la idea que ese archivo no debía ser vendido, por eso y para realizar los trabajos convenidos se dispuso su traslado al Dpto. de Cine. Cabe preguntarse: ¿cuanto verdaderamente las instituciones quieren conservar sus propios archivos?. El gran problema era el espacio físico para albergar todo el material, pero lo fuimos resolviendo. A partir del año 1995 comenzamos a gestionar subsidios, con los cuales compramos por ejemplo un TV y una casetera.

MG- ¿Cómo se clasifica el material?

SR- Comenzamos con el inventario, respetando la estructura organizativa que tenía el noticiero original. Noticias locales, nacionales, internacionales etc., etc. Calculá que son alrededor de 70.000 rollos, unas 3.000 horas de material. Cada rollo tiene su número de serie, que vendría a ser como su DNI, en base a ese número hicimos un estudio que arrojó como conclusión que falta mucho material. Mucho se prestó y no se devolvió, hubo gente que sacó material para resguardarlo y hubo quien armó su propio archivo, otra parte se tiró durante la última dictadura o se secuestró con otros fines y otro tanto se perdió durante la mudanza al nuevo edificio del canal. No hay un único responsable de lo que falta.




MG- Cualquier similitud con nuestra historia no es pura coincidencia ¿no?

SR- Es así. Se mezcla todo, hay negligencia y también hay intereses particulares. Pero hay que continuar con el trabajo, hay un trabajo que yo llamaría arqueológico que no puede parar, y muchos archivos por recuperar.

MG- ¿Entorno a la legislación, que cosas han cambiado desde comienzos de los noventa a esta parte?

SR- En 1990, se promulgó una ley que asignaba al AGN la competencia para recuperar “la memoria audiovisual del pueblo argentino”, debiendo detectar y conservar la documentación fílmica y televisiva. Es decir, que había una idea del valor de los registros audiovisuales , aunque esa ley nunca se reglamentó. Más tarde surgió la propuesta de creación del CINAIM, que tuvo muchas dificultades para ser sancionada en 1999 y está en vías de reglamentación. El problema de la protección de los acervos, no solo se da con el patrimonio audiovisual sino que afecta a todo el patrimonio documental (en papel, etc) entre otras cosas porque no hay un sistema nacional de archivos. Tampoco lo hay en Córdoba, donde por ejemplo hace pocos días se inundó parte del subsuelo del Archivo Histórico de la Provincia por la rotura de caños, arruinando documentación muy antigua; el edificio está colapsado hace ya mucho tiempo y pese a innumerables reclamos no se tomaron medidas como la construcción de un nuevo edificio o el traslado de los documentos.Síntoma grave de la enfermedad que tenemos los argentinos de no cuidar la memoria. De no valorar estas huellas que nos permiten reconstruir este espejo roto. Si bien nunca el espejo nos va a devolver una imagen perfecta porque todo documento tiene una perspectiva, una mirada, una interpretación de la realidad; al menos con muchos pedacitos nos podemos acercar a una imagen bastante parecida de lo que fuimos, de lo que somos.

MG- ¿Qué material encontrado te conmovió o te sorprendió más?

SR- Recuerdo unas noticias sobre las primeras acciones del ERP a comienzos de los setenta y la opinión de la gente en la calle. Pero sobre todo reencontrarse con sucesos que uno vivió pero que con el tiempo recuerda de otra manera, siempre uno tiene una mirada parcial de las cosas, por ejemplo recuerdo una conferencia de varias agrupaciones estudiantiles en febrero de 1974 cuestionando la Ley universitaria, mi recuerdo era que estábamos bastante peleados todos y sin embargo en el archivo podemos ver que distintas agrupaciones de izquierda, peronistas y reformistas están planteando juntas ese cuestionamiento. Esto también sirve para conocer aspectos que pasaste por alto en su momento. Te cambia la perspectiva de las cosas.

MG- Contame sobre la idea de crear una red de preservación del patrimonio cultural.

SR- Yo creo que debemos trabajar colectivamente la idea de que cuidar los documentos y el material audiovisual, es importante para nosotros como sociedad. El Estado va a ejecutar políticas públicas y adoptar decisiones si la sociedad civil reivindica como propio y valora esto como patrimonio cultural. Para que algo sea considerado patrimonio cultural debe ser asumido primero por la sociedad como tal y luego el Estado encargarse de preservarlo. Por supuesto que siempre hay alguien que lo propone, de hecho para que saliera de la UNESCO el llamamiento para la salvaguarda de las imágenes en movimiento en el año 1980, fue por la propuesta de entidades de varios países; al igual que el que estableció el día 27 de Octubre como ¨Día mundial del patrimonio audiovisual¨ en 2005. No son cosas que surjan espontáneamente hay actores de la sociedad civil, organismos que accionan. Es redundante pero para darle visibilidad al patrimonio audiovisual hay que ponerlo en la agenda pública y promover su valoración. Acciones mancomunadas entre distintos organismos e instituciones van a permitir mayor visibilidad y acciones efectivas para el cuidado, mantenimiento, difusión y por supuesto preservación.


MG- ¿Qué pasos piensan seguir?

SR- Ampliar el relevamiento de archivos y colecciones privadas. Ver y avanzar en las legislación con respecto a los derechos de autor, porque no es lo mismo una película de ficción donde hay guionistas, productores, técnicos y demás personas involucradas de lo que es la información pública como son las noticias de la TV. ¿Por qué se pueden consultar los diarios y hasta se los puede fotocopiar y a las imágenes de noticias filmadas no se puede tener el mismo acceso? ¿Qué hace que esto suceda? Entre otras cosas, el valor de mercado. Mientras se sigan comprando y vendiendo imágenes van a seguir con acceso restringido. Una ley debería discriminar lo que es una obra audiovisual de un material de información pública, es una cuestión a resolver. ¿De quien es la propiedad de las imágenes de un noticiero de hace décadas?, ¿del camarógrafo que tomo las imágenes?, ¿del cronista de la nota?, ¿del canal de televisión? ¿de los herederos de una empresa que ya no existe? o ¿de la sociedad en su conjunto? Todo un tema.

MG- El año pasado en la Muestra anual de cine documental que organiza DOCA, realizamos una jornada de debate sobre la salvaguarda del patrimonio audiovisual, allí por iniciativa de uno de nuestros compañeros surgió la idea de crear un ‘’Banco nacional de crudos’’. El banco nacional de crudos seria un archivo de imágenes cedidas por sus dueños, de registro propio, para poder compartir entre todos, como un lugar de intercambio de imágenes y a la vez un gran archivo de imágenes.

SR- ¿Donde estaría localizado este banco de crudos?

MG- La idea es llevarle la propuesta al INCAA.

SR- Me pregunto si hay condiciones de almacenamiento adecuadas para tanto material. Necesitamos seguir trabajando, es muy buena la idea, pero necesitamos el compromiso de que las condiciones de conservación se cumplan. Vos sabes que la humedad y la alta temperatura hacen que el material fílmico se degrade rápidamente, esto se llama: ‘’Síndrome de Vinagre’’ y es contagioso entre las películas, hace estragos, es como el ‘’síndrome de la desmemoria’’ entre nosotros, que también se puede contagiar.