martes, 27 de diciembre de 2011

“Un alegato contra la militarización de las sociedades”


Algunos conscriptos denuncian cómo torturaba Bussi y las lecciones que les daba sobre tortura. Otros están orgullosos del papel que jugaron en el Operativo Independencia. El “estacamiento” era común como castigo.



MARCELO GOYENECHE, DIRECTOR DE UN DOCUMENTAL SOBRE LOS CONSCRIPTOS QUE SIRVIERON A LAS ORDENES DE BUSSI


Por Leonardo Castillo


–¿SMO (Servicio Militar Obligatorio) El Batallón olvidado es una historia que surgió cuando trabajaba para contar otra cosa?

–Sí, mi primera intención era hacer un documental sobre el Operativo Independencia en Tucumán, que comenzó en 1975 con el pretexto de aniquilar a las formaciones guerrilleras del ERP que operaban en el monte, pero que en realidad fue un amplio dispositivo de represión sobre la población civil y las organizaciones de trabajadores azucareros que desde hacía una década venían movilizándose contra el cierre de los ingenios. El 35 por ciento de las desapariciones que tuvieron lugar en la provincia se produjeron entre enero de 1975 y marzo de 1976. Además, funcionó allí el primer centro clandestino de represión, La Escuelita, en Famaillá. Al iniciar la investigación preliminar, al recabar las primeras informaciones sobre aquellos años en la provincia y las consecuencias del Operativo que comenzó bajo las órdenes de Acdel Vila y que luego siguió Domingo Bussi, me encontré con que en Orán, Salta, existía una asociación de ex conscriptos que había tomado parte del accionar del Ejército contra la guerrilla. Noté que había una historia silenciada, que merecía ser indagada y contada, por eso el nombre del documental, El Batallón Olvidado. Se trataba de jóvenes de 18 años, que siete años antes de la Guerra de Malvinas fueron expuestos a situaciones traumáticas que los marcaron para siempre.

–Lo que muestra la película es que muchos de esos ex soldados reivindican el papel que cumplieron durante la colimba en Tucumán.

–Sí, es así. Muchos reproducen aún ese discurso de la oficialidad, que rezaba que el Operativo Independencia era un acto de servicio para “salvar a la patria de la agresión marxista”. Encontrarse con esa versión de la historia de aquellos años implicó un desafío para mí, pues significaba una visión contraria a la que tengo como documentalista, una confrontación con mi propia mirada. Entonces, el reto que me impuse pasó por entender por qué subsiste esa mirada en varios de los ex conscriptos.

–¿Y por qué cree que todavía muchos de esos ex soldados avalan la tarea que el Ejército llevó a cabo en Tucumán durante el Operativo Independencia?

–Muchos de esos jóvenes provenían de poblaciones rurales de Salta, Jujuy y las provincias cuyanas, y el Servicio Militar Obligatorio constituía para ellos una experiencia de socialización muy fuerte. Está claro que el propósito del Ejército era llevar a Tucumán jóvenes de otros lugares para que no tuvieran que enfrentarse con vecinos, con gente que tal vez conocieran. Incluso así, para muchos de ellos, la colimba era la primera oportunidad que tenían de ver el mundo, de encontrase con otra realidad, y lo hicieron desde una perspectiva castrense, verticalista, que aún pervive en muchos de ellos. Hay que entender que muchos de esos pibes, la primera vez que se subieron a un micro fue para ir al cuartel donde se alistaron. Ese viaje constituyó el primero que muchos de ellos hicieron en sus vidas y es una experiencia que deja huellas muy profundas en la conciencia. Ahí me vi obligado a tomar distancia de mi ideología, de algunos de mis preconceptos para tratar de entender por qué perdura entre esos ex soldados una mirada tan autoritaria.

–Pero también está la mirada de muchos ex soldados que hicieron la colimba en aquel Tucumán, que padecieron maltratos y fueron testigos de abusos y torturas.

–Sí, eso es parte del relato y era algo que también buscábamos reflejar. Así como me encontré con gente que decía “estar orgullosa” de haber tomado parte del Operativo Independencia, otros tenían mucha necesidad de hablar, de sacar a relucir hechos que durante años estuvieron muy reprimidos y noté que todavía persiste mucho miedo, dolor, angustia, pese a que habían pasado más de 35 años. Durante mucho tiempo, en el imaginario colectivo se instaló la idea de que los estacamientos eran un castigo que se aplicó a algunos soldados durante la Guerra de Malvinas, pero en el documental mostramos que esta era una práctica muy difundida en el Ejército y muchos soldados la sufrieron en Tucumán, bajo un sol abrasador. Uno de los testimonios que recabé y que más me reconfortó fue el de Domingo Jerez, a quien entrevisté en 2009 y pusimos en contacto con la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación, y volvió a declarar en 2010, esta vez ante un tribunal, en el juicio que se le siguió al genocida Antonio Domingo Bussi (gobernador militar de Tucumán entre 1976-1977) por los crímenes cometidos en la Jefatura de Policía de Tucumán. En ese juicio, Jerez brindó información muy importante, contó cómo Bussi molía a garrotazos a los detenidos y las lecciones de tortura que les daba a los soldados. La información que aportó fue de mucha importancia. Espero que ahora la película se difunda, se vea y se comente en muchos espacios y pueda movilizar a que otros ex soldados puedan aportar más testimonios en otras causas, como por ejemplo la de Campo de Mayo. La Secretaría de Derechos Humanos está convocando a quienes hicieron la colimba entre 1975 y 1983 para que puedan aportar datos. Si esta película contribuye con eso, me voy a sentir muy conforme.

–¿Contribuir con la Justicia es el objetivo principal de este documental?

–El objetivo era dar testimonio contra el Servicio Militar Obligatorio, denunciarlo como una forma de maltrato y sometimiento. En Argentina operó como una forma de disciplinar a la población civil, y en el caso de muchos de estos ex soldados todavía se percibe como algo positivo, un complemento de la educación inicial y secundaria. Una visión que el documental procura rechazar de plano.

–¿Actualmente, es en el Norte del país donde más arraigada se encuentra esta valoración positiva del Servicio Militar, como lo deja entrever la película?

–No sólo en el Norte, en Buenos Aires y en otras grandes ciudades se reproduce esa idea de la colimba como un corrector social, un freno ante las drogas y la inseguridad. Una noción que incluso difunden personalidades vinculadas al mundo del espectáculo y la política. Encerrar a un pibe en un cuartel durante un año no nos otorga una persona mejor. Es lo que genera, por ejemplo, experimentos como el de las policías infantiles, que se llevan a cabo en Salta, Misiones, Chubut y Mendoza. Es un sistema por el cual se somete a pibes de entre 6 y 15 años a prácticas diarias de instrucción militar, lo que significa una constante violación de sus derechos. ¿Para qué se prepara a esos chicos? ¿Para que sean policías? ¿Pero al servicio de quién y con qué propósito? Son los interrogantes que intentan plantearse en la película si proponemos una mirada hacia el futuro y el presente.

–¿Se podría decir que ése es el concepto que se busca transmitir?

–Digamos que se trata de un alegato contra la militarización de las sociedades y lo perjudicial que esta idea representa para los intereses de los sectores populares. Por ejemplo, la gente hoy tiene en claro que la colimba no existe más, pero son pocos los jóvenes que saben que se terminó porque hace más de 15 años un soldado, Omar Carrasco, tuvo que morir a golpes en un cuartel a manos de dos compañeros que seguían órdenes de un superior. Y lo que es llamativo es que, cuando se cancela el Servicio Militar, comienzan a crearse las policías infantiles en varias provincias. ¿Cuántas generaciones de jóvenes pasaron por este sistema de formación y qué terminan haciendo después? Cuándo el Servicio militar se instituyó, en 1901, se lo presentó como “un instrumento de moralización pública”. Pero a lo largo del siglo XX quedó demostrado que ese ejército, que pretendía encauzar y formar ciudadanía terminó, siendo una amenaza real para las instituciones del país y los trabajadores.

–Mencionó el caso Carrasco, sin embargo fueron muchísimas las denuncias de abusos y muertes que se verificaron a lo largo de la historia del Servicio Militar.

–Es cierto, la colimba siempre estuvo vinculada con el abuso y la tortura. En la década del ’10, se conoció una práctica denominada como el submarino, que consistía en atar de pies y manos a los conscriptos, obligarlos a sumergirse en el río y bucear por debajo de un barco. Fue una práctica que provocó la muerte de 30 soldados en Corrientes. Es más, durante la pasada dictadura se produjo la desaparición de más de 200 soldados de los cuarteles. Eso sin mencionar los bailes y metodologías siniestras, como aplaudir cardos o tormentos que provocaban principios de deshidratación. Los ex soldados con los que hablé me contaron que a veces, como castigo, algunos eran atados en el interior de las carpas debajo del sol, con un tarro de agua en el pecho porque con el calor, la persona siente la sensación de que se ahoga dentro de un horno.

–Esos abusos tuvieron consecuencias psíquicas y físicas que aún hoy los ex soldados siguen padeciendo.

–Sí, las secuelas de esos abusos siguen durante muchos años. Esto es algo que se toca en la película. Hay casos de alcoholismo, problemas psicológicos y físicos que todavía hoy afectan a quienes tuvieron que hacer la conscripción en el monte tucumano. Entre 1975 y 1983, los años más álgidos de la represión estatal en Argentina, más de 400.000 jóvenes pasaron por los cuarteles, contando además los que debieron ser movilizados al Atlántico Sur como consecuencia del conflicto con Gran Bretaña. Eso solo nos da la pauta de que, entre nosotros, tenemos toda una generación que padeció abusos sistemáticos en las unidades militares.

–¿Con qué propósito utilizó en El Batallón Olvidado el recurso de la animación?

–Como una forma de recrear, de generar proximidad y dramatismo. El documental permite trabajar con mucha libertad, da la posibilidad de combinar distintos elementos y soportes. Reconozco que me inspiré un poco en Waltz with Bashir, un film israelí animado que cuenta las peripecias de un grupo de soldados durante la Guerra del Líbano, en 1982. Me gustó mucho esa película y pensé en un momento en hacer todo en animación pero era muy costoso, por eso me limité a unas escenas.

–¿Y el material fílmico dónde lo consiguió?

–Una fuente de buenos recursos fílmicos fue el archivo visual que tiene la Universidad Nacional de Córdoba, donde me proveí de mucho material como filmaciones periodísticas, cinematográficas y noticieros de la época.

–Además de documentalista, también es delegado sindical en Aerolíneas Argentinas.

–Lo que me interesa es retratar las luchas, las historias de resistencia y victimización que vivieron los sectores populares en Argentina. Las epopeyas olvidadas, los relatos silenciados. Son composiciones que apuntan a generar conciencia, a fomentar un aprendizaje colectivo que nos permita sacar lo mejor y lo peor de cada experiencia para que ciertos hechos no se repitan. Soy hijo de laburantes, y mi compromiso es con esa clase. Busco retratar a los trabajadores desde sus memorias. Narrar es para mí una manera de intervenir sobre el presente, y el futuro. Si uno es fiel a esos principios, contar se convierte en una acción política. Eso es lo que intento.

–¿Es lo que buscó en sus anteriores trabajos documentales, El día que bombardearon Buenos Aires (2004) y Carne Viva (2007)?

–Ambas son realizaciones que cuentan hechos silenciados por la historia oficial, que hablaban de la resistencia a un modelo económico. En El día que bombardearon... busqué contar el bombardeo a Plaza de Mayo de junio de 1955 contra el gobierno de Juan Domingo Perón como un ataque a la clase trabajadora. Un atentado terrorista provocado por un cuerpo estatal como la Marina que le costó más de 400 vidas. Se trataba de dar una lección a las masas que apoyaban ese proceso de transformación que llevaba a cabo el peronismo. Ese es el inicio de un largo período de resistencia, de lucha de mucho heroísmo, que tras muchas marchas y contramarchas desemboca en el 2001. En Carne Viva intenté reflejar la gran gesta que significó la huelga de los trabajadores del frigorífico Lisandro de la Torre, en Mataderos, en 1960. Fue una medida de fuerza comandada por el dirigente Sebastián Borro, que contó con la participación de 9000 obreros de la carne. Y ahí también logré relacionar esa gesta con el presente, con los trabajadores que tras la crisis de 2001 salieron a recuperar fábricas; en esta película tomé el caso del frigorífico Yaguané, en La Matanza. Uno de sus trabajadores era Angel Vivaldelli, que había estado en la huelga del ‘60 y a los 81 años asesoraba a la cooperativa en la sección cortes.

–¿Y cuál es el correlato con el presente que se puede hacer desde El Batallón Olvidado?

–Relacionar lo que se cuenta con el discurso de mano dura que se reproduce desde algunos medios de comunicación y sectores políticos de derecha. Aun hoy, desde cierta mirada reaccionaria, el Servicio Militar es una manera de combatir la inseguridad y la delincuencia. Entonces, trato de probar que, en realidad, el Servicio Militar nunca fue eficaz a la hora de generar ciudadanía, sino más bien todo lo contrario. Por eso, a diferencia de las dos anteriores, ésta no es una historia en la que se narren grandes gestas de resistencia y heroísmo, más bien es un relato sobre víctimas que, en muchos casos, se identificaron con sus victimarios.

–En esta línea de marcar una continuidad histórica con cada realización, ¿cuál es su próximo proyecto?

–Me gustaría contar la historia del sindicalismo argentino, y en particular las luchas que se desarrollaron durante el menemismo y el modelo neoliberal. Me parece que en este aspecto hay mucha tela por cortar. El proyecto es arrancar con las primeras organizaciones anarquistas y socialistas para llegar al sindicalismo actual, tan contaminado, de las prácticas empresariales.

–En términos económicos, ¿producir estos documentales implica ir siempre a pérdida?

–La verdad que sí. Para esta producción conté con respaldo del Incaa y la CTA, a la cual pertenezco. Es muy difícil filmar documentales si uno no cuenta con un buen respaldo. Prácticamente no existe el circuito comercial. Pero bueno, uno no puede pretender hacer un negocio redondo cuando cuenta historias como éstas. La apuesta pasa por otro lado. El propósito es movilizar, concientizar. Me conformo con que dentro de unos meses, la película sea difundida por el canal Encuentro y se difunda en escuelas. La idea es que cuando a las generaciones jóvenes les hablen sobre el Servicio Militar, vean este trabajo y asuman que se trata de un capítulo cerrado en la historia argentina y que no debe volver a repetirse.

pagina12.com.ar

sábado, 19 de noviembre de 2011

La colimba bajo la lupa


Batallón olvidado
Por Diego Braude

“Para que a los dos años, al salir del ejército vayan a sus hogares y sean un poderoso elemento de moralización pública”, eran algunas de las palabras con las que en 1901 el ministro de Guerra Pablo Ricchieri defendía la creación de la conscripción. “¿No han de poder decirme que ese ejército sería un peligro para las instituciones y el país? Los ciudadanos enrolados se verían obligados a obedecer ciegamente a sus jefes y oficiales sin el menor derecho a discutir sus órdenes”, se oponía por su parte el diputado correntino Juan Balestra; el proyecto sería aprobado el 7 de diciembre de ese mismo 1901. Así comienza SMO, El batallón olvidado, documental de Marcelo Goyeneche que se exhibe todos los jueves de noviembre en el Centro Cultural de la Cooperación (Avda. Corrientes 1543).

SMO (por el llamado Servicio Militar Obligatorio) se originó por el interés de Goyeneche de investigar la utilización de conscriptos durante el Operativo Independencia en la provincia de Tucumán, la prueba piloto que realizaron las Fuerzas Armadas en 1975 y que luego implementarían en todo el país de manera sistemática desde 1976 a 1983. Sin embargo, esa narración se fue complejizando: “El primer gran problema que se me plantea cuando encuentro a los colimbas es que, a medida que los voy conociendo y escuchando, la mayoría tiene un discurso muy reaccionario, tanto que reivindican la dictadura, la tortura, terminan reivindicando el genocidio. Esa fue la primera barrera que yo encontré para seguir adelante, porque tenía que luchar contra mis propios prejuicios a la hora de entrevistar a un tipo que me contaba todas esas cosas. Me pareció que tenía que ir a fondo para investigar los porqués de este pensamiento”.

Goyeneche recorrió los caminos del noroeste argentino durante tres años, a veces en soledad y yéndose hasta parajes remotos dentro de las provincias para poder acceder a testimonios como el de Domingo Jerez, el que “vio a Bussi torturar, vio a Bussi matar. Me contó todo lo que le sucedió durante la conscripción y meses después se animó y fue y declaró en el juicio contra Bussi por el juicio de la ex Jefatura de la Policía (que tuvo su veredicto en 2010, del cual el ex represor pudo zafar argumentando problemas de salud)”. Otros ex conscriptos de la misma época consideran, en cambio, haber participado en un “hito histórico”, e incluso buscan una reivindicación económica y moral por haber participado de una “guerra”.

Construyen SMO material de archivo, entrevistas y hasta la presencia de una instancia estilizada (Guillermo Saccomano lee en off fragmentos de su texto Bajo Bandera mientras secuencias animadas ilustran las palabras del colimba narrado en primera persona). Es que Goyeneche entiende que no se puede ser lineal en la investigación, que “para poder terminar de entender algunos procesos históricos tenemos que sacarnos los prejuicios. Si estos tipos piensan que los milicos fueron maravillosos, que lucharon contra el enemigo apátrida, y que hoy con 50 y pico de años siguen pensando lo mismo que pensaban a los 18, hay un planteo que nos tenemos que hacer como sociedad”.

Fuente: Pagina/12

viernes, 18 de noviembre de 2011

RESPUESTA DEL DIRECTOR DEL DOCUMENTAL ’’SMO, EL BATALLON OLVIDADO’’ A LA CRITICA DE ADOLFO MARTINEZ EN EL DIARIO ’’LA NACION’’.

El pasado 14 de noviembre se publicó en el diario ‘’La Nación’’ el artículo titulado “’Un documental que ayuda a no olvidar’’. En este artículo se hace un resumen de los temas abordados en el documental que dirigí ‘’S.M.O, el batallón olvidado’’ y de los cuales me gustaría hacer algunas reflexiones y o aclaraciones. El periodista Adolfo Martínez comienza la nota haciendo alusión al tema desarrollado en el documental que es el del ‘’Operativo Independencia’’ y los jóvenes conscriptos que participaron del mismo. Hasta ahí la síntesis es clara. Pero luego comienza a analizar los porque de este operativo y cae rápidamente en una tendenciosa, a esta altura vulgar y maliciosa manera de caratular los hechos: el Operativo se lleva a cabo para “combatir a las bandas sediciosas que proliferaban por esos inhóspitos lugares’’, escribe el periodista. Esta afirmación de Martínez no es invento suyo, sino que tiene una larga historia, junto con otras frases como: ‘’Acá hubo una guerra’’ y que encontraron sustento en la teoría de los dos demonios, teoría que aun hoy algunos intentan sostener. Seguramente entraran en esa clasificación de ‘’bandas’’ los estudiantes, los trabajadores incluso los soldados conscriptos detenidos desaparecidos. Es sorprendente que hoy en día, luego de la madurez demostrada en la sociedad argentina y reflejada en los juicios llevados a cabo por los crímenes de lesa humanidad, se sigan sosteniendo desde medios de comunicación tradicionales estas afirmaciones falaces y reaccionarias. Pero lo que más llama la atención en su relato es que en el párrafo siguiente habla de: ‘’un genocidio avalado por algunos ciudadanos’’ con lo cual su contradicción es sorprendente. Los genocidios se construyen siempre desde el poder estatal, ya sean por cuestiones étnicas, religiosas o políticas, los procesos genocidas se van dando de manera paulatina y con la complicidad de varios de los actores de la sociedad, entre ellos los propios medios de comunicación. Para terminar, la nota hace hincapié en lo fundamental de un documental como este para no olvidar lo que sucedió, pero lo lleva al terreno de la manipulación absoluta al decir que: ‘’los colimbas fueron héroes’’ falseando así el contenido de mi película de una manera ofensiva ya que ‘’S.M.O, el batallón olvidado’’ busca reflexionar sobre los colimbas y sus vivencias pero de ningún modo los pone en el lugar de héroes, en todo caso son víctimas, como tantos otros lo fueron del sistema represivo. El elogio de la represión en Tucumán y la justificación del operativo es un clásico de este Diario y de varios de sus periodistas, cuyas mentiras históricamente siguen desinformando a la sociedad y jugando este juego perverso de tergiversar la realidad y deformar el contenido de mi documental para conveniencia de unos pocos que siguen insistiendo en escribir lo que la historia y la justicia ya probaron: Ese Operativo fue el comienzo del genocidio argentino.

Marcelo Goyeneche



Todos los jueves

Un documental que ayuda a no olvidar
SMO, el batallón olvidado, de Marcelo Goyeneche, se centra en el operativo Independencia

Por Adolfo C. Martínez | Para LA NACION



Durante 1975 en Tucumán se vivió un hito en la historia argentina cuando se cruzaron dos de los hechos más trágicos que se tengan memoria: el servicio militar obligatorio y el operativo Independencia. Acerca de este tema, el director Marcelo Goyeneche rodó el documental SMO, el batallón olvidado , que se exhibe los jueves, a las 20.30, en el Centro Cultural de la Cooperación (Corrientes 1543).

En una época en que las persecuciones y la muerte estaban a la vuelta de la esquina, el film relata las experiencias de esos jóvenes que por ese año hacían la conscripción y fueron enviados a los montes tucumanos a combatir a las bandas sediciosas que proliferaban por esos inhóspitos lugares. Sobre la base de noticieros de la época, amarillentas fotografías y las voces de quienes estuvieron cerca de esos días de guerrilla, el realizador recuerda que en 1901 el gobierno implantó el servicio obligatorio, y desde allí esos muchachos que provenían de diversos estratos sociales debieron ponerse a disposición de los mandos militares para, según ellos, "servir con valor a la patria".

Cuando comenzó el operativo Independencia, uno de los episodios más sangrientos de nuestra historia reciente, quienes ya se habían convertido en "colimbas" marcharon hacia Tucumán y, desde una trinchera en la cual los puso el destino en forma azarosa, debieron enfrentarse con la muerte en una misión que los obligaba a dejar sus vidas o a utilizar las armas contra hombres y mujeres que se hallaban en medio de la espesura boscosa. El documental, ilustrado además por dramáticas estampas animadas, también interpela acerca de un genocidio avalado por parte de algunos ciudadanos y llega hasta hoy para sorprendernos con hechos que ya parecían acabados en nuestro país. Documental sin duda imprescindible para rescatar de la memoria ese olvido en el cual muchos jóvenes dejaron sus existencias en una guerra absurda, SMO, el batallón olvidado, se convierte así en un llamado de atención acerca de un servicio militar obligatorio que servía sólo para demostrar, con absurda mirada, la necesidad de que los muchachos empuñasen las armas que los convertirían en héroes sin ellos proponérselo..

martes, 1 de noviembre de 2011

“Los niños primero”… en las filas.



Por Sandra Acosta

En ‘’S.M.O, El Batallón Olvidado’’ del documentalista Marcelo Goyeneche, se puede encontrar una revisión – aunque no dejada absolutamente de lado- de la impronta marcadamente historicista presente en sus trabajos anteriores como ‘’El día que bombardearon Buenos Aires’’ (2004) y ‘’Carne Viva’’ (2007).
En el plano de lo estrictamente argumentativo, S.M.O – sigla que identifica al Servicio Militar Obligatorio- es un documental que inicia con la contextualización histórica sobre el origen de este y que le da fortaleza a sus disquisiciones posteriores acerca de sus consecuencias y relaciones con hechos nefastos de la historia reciente de argentina como el ‘’Operativo Independencia’’ y otras situaciones sociales más actuales : Los Cuerpos de Policías y Gendarmerías Infantiles.
Los aspectos técnicos: Excelente montaje, una novedad en los trabajos de este documentalista es la incorporación de animaciones que le dan una variedad de textura a la imagen y descomprimen la tensión dramática. Los materiales audiovisuales de archivos suman en forma coherente al relato. La musicalización en tono clásico le da al documental, el pie para abordar temas que transgreden lo coyuntural.
Sin embargo, la diferencia esencial y el aporte más valioso de este documental es la búsqueda de las discursividades acerca de los hechos históricos que construyeron determinados rasgos identitarios en grupos sociales de Salta y Tucumán.
Durante el lapso de 90 minutos ‘’S.M.O, El Batallón Olvidado’’ recorre las localidades que participaron en los enfrentamientos del Operativo Independencia – Salta y Tucumán- recogiendo testimonios diversos que dan cuenta de las ideas que se movilizaron en la época hasta llegar a las vinculaciones con las nuevas formas en que se despliegan discursos similares en la actualidad y por los mismos lugares. El director aquí, les cede la palabra a ex conscriptos, para mostrar los diferentes discursos sin la imposición de una mirada objetivante. Esta es una estrategia que muestra a ‘’S.M.O, El Batallón Olvidado’’ como un documental que está muy lejos de los audiovisuales políticos que cierran puertas detrás de sí. Podría decirse que es un importante aporte de consideración sociológica ya que no hay una búsqueda de una verdad absoluta sino el propósito de evidenciar los procesos que explican el estado de situación actual, la vigencia de determinadas miradas en las sociedades del norte del país.
En este documental el director maneja los tiempos de la duda del espectador. La ficción se entrelaza con los hechos históricos y lo subjetivo va aportando grises a una Historia que siempre se cuenta en dos bandos fuertemente contrapuestos. Los miedos y temores humanos están aquí y allá. El desamparo, la desprotección de niños y adolescentes, antes y ahora. Este filme consigue evadir el acto de soberbia de creerse autorizado a juzgar pero logra el rodeo necesario para evidenciar la voz del director que se “oye” como UNA verdad interpretada y no única.
La importancia de los trabajos audiovisuales como este, que representen un discurso polifónico; radica en la contribución a la reflexión sobre las formas del decir y los modos de imposición de los discursos desde los lugares de poder, como fruto de métodos de “verdades construidas” con fines específicos. De ninguna otra manera se comprende que después de tantas muertes, los discursos autoritarios aún sigan teniendo altos grados de aceptación popular. Una gran contradicción, por supuesto, ya que no se puede obviar que el “batallón olvidado” es siempre el pueblo, y aquí específicamente los niños y jóvenes de los sectores sociales más vulnerables como uno de los eslabones más frágiles y -al mismo tiempo- más importantes para quienes sueñan con una sociedad humanizada, equitativa y solidaria.


''S.M.O,EL BATALLON OLVIDADO'' todos los jueves de Noviembre a las 20.30Hs. en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543 (CABA)

domingo, 16 de octubre de 2011

ENTREVISTA A FERNANDO KABUSACKI.



‘’Cuando la música y el cine se juntan para llegar al alma del espectador’’

Por Marcelo Goyeneche.

Uno de los músicos más prolíficos de la Argentina. Su obra tiene gran éxito en Japón, guitarrista de Robert Fripp, compositor de la música de varios films entre ellos documentales y creador de ‘’La National Chamber Orchestra’’ que musicaliza desde hace varios años ciclos de cine mudo en vivo. Nos juntamos con él para hablar de música, de cine y de ese vínculo mágico que los une.

-¿Cuando se produce tu primer contacto con la música?

Tomo consciencia que tengo un vinculo importante con la música cuando era chico y tenía como una obsesión: me quería meter dentro del parlante para descubrir de donde venia eso que estaba sonando. Era como una atracción por descubrir, ¿de dónde viene la música? A partir de eso me dedique a seguir la música. Estudie piano y guitarra y cuando conocí a Robert Fripp a través de ‘’Guitar Craft’’ tome el instrumento, la guitarra, muy en serio, aunque el vinculo supera a la guitarra, lo mío es con la música.

-¿Cómo surge la idea de musicalizar películas mudas en vivo?

En verdad no es una idea mía, las películas mudas siempre fueron exhibidas con música en vivo. En uno de mis viajes vi un afiche que decía: ‘’Cine mudo con música en vivo’’ lo hacía John Zorn , y dije: Esto lo podría hacer yo, sentí que era para mí. Lo hicimos primero con Fernando Martin Peña y Pablo Rodríguez Jáuregui organizando algunas proyecciones de los dibujos animados de Winsor McCay , hicimos funciones en Rosario y Santa Fe, salieron muy bien y Peña propuso llevarlo a Buenos Aires. En el Atlas Recoleta con la Filmoteca Buenos Aires como organizadora pasamos Nosferatu con entradas agotadas, con el Mono Fontana no lo podíamos creer empecé así a sumar amigos músicos para las proyecciones llegamos a ser 25 tocando en las escaleras del MALBA.

-¿Como es la conexión con la película que se está proyectando para que salga la música acorde con esa película o la temática que trata?

Vamos leyendo la película como si fuera una partitura que está pasando ahí adelante en la pantalla. No es que improvisamos sino que la película es la partitura. La interpretamos de distinta manera, con distintos instrumentos, melodías incluso, pero es una partitura con mucha libertad. Uno va como afinando algunas cosas, vas teniendo mayor precisión a medida que tocas varias veces la misma película, esto hace que se vaya evolucionando y que se toque mejor. Nosferatu, Metrópolis y El Gabinete del Dr. Caligari por ejemplo que son algunas que tocamos muy seguido y noto que la música mejoro mucho.

-¿Contame de donde viene el nombre de ‘’La National Film Chamber Orchesta’’?

Al principio salíamos como ‘’Cine mudo, música en vivo’’ fue antes de una proyección de ‘’Nobleza Gaucha’’ que estábamos con Juana Molina y otros músicos y salió el chiste de que parecíamos una orquesta, la national film chamber orchesta, dije. Siempre fue un chiste pero si bien suena pomposo y gracioso también hay en el nombre la intención de sacar la música sensible del contexto exclusivo de la música clásica, ¿Por qué no puede un cuarteto de músicos tocar música de cámara? Ese contrato de exclusividad que tiene la música clásica, como música superior, no me gusta mucho. Hay que tener en cuenta otras músicas que no viene de la tradición de la música clásica que también son muy interesantes y valiosas.

-Cómo el rock.

-Si, el músico de rock es considerado inferior por la gente más erudita digamos, hay músicos geniales que están a la altura de Beethoven o Bach, como por ejemplo Brian Eno . La música está en permanente evolución y los Bach y Beethoven de esta época existen.

-¿Te consideras un músico de rock?

Tiene que ver con la intuición, con lo directo del rock. Yo creo que estoy encolumnado en el rock vibro con el mas que con cualquier otra música pero también siento que muchos músicos de rock no tienen nada que ver con el rock. Mi música tal vez suena más compleja incluso rara pero soy más rockero que muchos que aparecen en los suplementos de rock (risas).

-Un tema aparte en tu carrera es lo que sucede con vos en Japón.

-Con Japón pasa algo curioso, siento que con los músicos con los que toco allá son como mis hermanos, muy cercanos musicalmente, esto me confirma que la música es una cuestión de frecuencias y no de geografías o nacionalidades. Me siento muy cercano a los músicos japoneses incluso con algunos con los que no puedo ni siquiera hablar porque no hablan ingles. He tocado con músicos increíbles que tienen una calidad y un vuelo musical que no se puede creer. M e gustaría que acá fueran conocidos: Yamamoto, Otomo Yoshihide, Yuji Katsui, somos con ellos como una familia.

-¿Encaras la composición musical para las películas de distinta manera dependiendo del genero que se trate?

-Cuando compongo para ficción me involucro mucho con la película al punto de que he ido al rodaje de varias, hay una energía con los actores y su actuación que es clave para la música, creo que están en el mismo plano. A veces creo que los músicos se olvidan que están trabajando con los actores. Lo que casi siempre me sucede es que compongo para escenas determinadas y si después al director le parece que queda mejor en otra escena yo tengo total flexibilidad en eso, no compongo en sincro sino con los estados de ánimo y el único que comprende en su totalidad la película es el director, el que la conoce verdaderamente y dejo en manos de él la decisión. Con respecto a los documentales es mucho más libre simplemente con plantear una estética sonora y los colores se proveen los elementos como para que el director los utilice como mejor le parezca.

-¿Recordas algún documental donde la música te llamo mucho la atención?

-Si y eso creo que no está bueno. Lo importante es la historia, lo que se siente como espectador frente a eso que te están contando. Si se convierte en un espectáculo donde la música sobresale es un punto en contra. En general en las películas donde me llamo la atención la música es en películas que no me gustaron, recuerdo más las que me atrapo la historia que me contaban.

-Sin embargo hay algunas fusiones entre la historia que se cuenta y la música que son realmente maravillosas. Pienso en la música de Philip Glass para algunos documentales de Errol Morris o para Godfrey Reggio.

-Philip Glass es un músico increíble, hay momentos que el director necesita la música para llegar al alma del espectador y si se logra esa fusión donde la historia y la música están al mismo nivel y la música no eclipsa al cuento que te están contando, eso es maravilloso.

-¿Cuál es tu película favorita para musicalizar en vivo?

-La que más me ha gustado en toda la historia de la ‘’National Chamber’’ y que casi siempre que la toco me pongo a llorar es ‘’La pasión de Juana de Arco’’ de Dreyer, es increíble esa película, esos primeros planos, es muy fuerte para mi tocarla, las lagrimas no me dejan mentir: es sin dudas mi película favorita.

Fernando Kabusacki es el compositor de la música del documental ‘’S.M.O, el batallón olvidado’’ de Marcelo Goyeneche que se estrena el próximo 3 de Noviembre en el Centro Cultural de la Cooperación, Corrientes 1543.

más info en : www.smofilm.com.ar

miércoles, 5 de octubre de 2011

"S.M.O, El batallón olvidado" en el 6 Festival Tucumán Cine.



Los esperamos el próximo Jueves 13 en el Teatro Orestes Caviglia a la función de "SMO, EL BATALLON OLVIDADO" en el marco del Festival Tucumán Cine.


TUCUMAN 1975

Tucumán fue la primer Provincia en el territorio Nacional donde comienza a implementarse, un año antes que en el resto del País, el asesinato sistemático de personas. El 35 por ciento de las desapariciones en Tucumán se realizaron entre Enero de 1975 y Marzo de 1976. El 5 de Febrero de 1975, mediante el decreto 256/75 El Poder Ejecutivo Nacional dispuso la participación del Ejercito Argentino en el “ Aniquilamiento del Accionar Subversivo en la Provincia de Tucumán”. El Gobierno bautizo su plan represor con el nombre de “Operativo Independencia” del cual estuvo al frente el General Acdel Vilas, hasta su reemplazo el 18 de diciembre por Antonio Bussi.

Mediante el “Operativo Independencia” se ensayo en Tucumán el proceso de aniquilamiento y desaparición de personas.

Los conscriptos son ciudadanos que se encontraban sometidos a la disciplina castrense y podían ser sancionados –si hubieran cometido una falta- con el rigor de los códigos y reglamentos militares. Sus padres confiaban en la seguridad que les proporcionaba el hecho de encontrarse bajo bandera. Todo ello aumenta la gravedad de la decisión adoptada por los protagonistas del llamado “Operativo Independencia” y mas tarde del “Proceso de Reorganización Nacional”, que eligieron también en este caso, un método clandestino de represión aplicándolo nada menos que a los soldados subordinados al mando militar.


Guión y Dirección: MARCELO GOYENECHE

Producción Ejecutiva: NATHALIA PELUSO

Dirección de Fotografía: OSVALDO PONCE

Montaje: NELSON PAREDES

Cámara: OSVALDO PONCE, MARCELO GOYENECHE

Sonido: HORACIO ALMADA

Asistente de Producción: EMILIANA LLORENTE

Asistente Cámara y Luces: HERNÁN MAGGIO

Música Original: FERNANDO KABUSACKI

Relatos: GUILLERMO SACCOMANNO

Dibujos: EMMANUEL MOYANO

Animaciones:PABLO POLLEDRI

Diseño Gráfico y Web: NANCY INSUA

Prensa: VIOLETA BURKART NOÉ


Más info: www.smofilm.com.ar

lunes, 12 de septiembre de 2011

''S.M.O, El batallón olvidado'' en el FICP-2011 Puebla, Mexico.



SELECCIÓN OFICIAL

DOCUMENTAL EXTRANJERO
Historias y sucesos de allá y acullá, nos llegan y se quedan.

AbUSed: The Postville Raid de Luis Argueta, Estados Unidos
y Guatemala
Aquí Estoy de Maximiliano Anpelery Marty, Argentina
Bancos Perpetuos, la Vida de Pascual Lama de Constanza
Fernández, Chile
Being a TransPerson Living in a Two Gender Society de
Petar Veljacic, Bélgica
Cosecha Triste de Gilbert González, Adrián Salinas y Vivian
Price, México y Estados Unidos
Distancias de Mariona Giui y Linda Badenes, España
El Edificio de los Chilenos de Macarena Aguiló, Chile,
Francia, Holanda y Cuba
La Batalla de los Invisibles de Manuel de Alba, Estados
Unidos
Manos Mansas de Luis Alejandro y Andrés E., Venezuela
SMO El Batallón Olvidado de Marcelo Goyeneche, Argentina

más info: www.ficp.mx

miércoles, 31 de agosto de 2011

Estreno en Rosario de "S.M.O, el batallòn olvidado".


Un film de Marcelo Goyeneche

Documental – Argentina, 2011



Tucumán, 1975. Un hito de la historia argentina y el que sería uno de los hechos más trágicos se cruzan: el SMO (Servicio Militar Obligatorio) y el Operativo Independencia.A través del relato de aquellos jóvenes que hicieron la “colimba” vamos conociendo sus experiencias desde el día del sorteo hasta los por menores de la vida en el cuartel y el traslado al Monte. SMO, El batallón olvidado intenta rescatar de ese olvido impuesto por la historia oficial a aquellos jóvenes “colimbas” que vivieron esos años sangrientos de nuestra historia desde una trinchera en la cual los puso el destino de forma azarosa a través de un sorteo sin la libre elección de sus actos.

El documental también nos interpela en la búsqueda de respuestas a la construcción de un genocidio avalado por gran parte de los ciudadanos y llega hasta el día de hoy para sorprendernos con hechos que parecían estaban acabados en nuestro país



Guión y dirección: Marcelo Goyeneche

Producción: INCAA, MG Documentales, Freak Production

Producción ejecutiva: Nathalia Peluso

Montaje: Nelson Paredes

Cámara: Osvaldo Ponce,Marcelo Goyeneche

Sonido: Horacio Almada

Música original: Fernado Kabusaki

Relatos: Guillermo Saccomanno

Dibujos: Emmanuel Moyano

Animación: Pablo Polledri

Diseño Gráfico: Nancy Insua

Prensa: Violeta Burkart Noe



PROYECCIONES: miércoles 07/09, 19 hs, en La Comedia Teatro Municipal. Viernes 9/09 19 hs, en el Museo de la Memoria.


Estreno en Buenos Aires: 3 de Noviembre de 2011, Centro Cultural de la Cooperación.

Màs info
www.smofilm.com.ar

lunes, 25 de julio de 2011

Cine Debate Universidad de los Trabajadores-IMPA



Cine Debate
Universidad de los Trabajadores -IMPA

El próximo jueves 28 a las 19hs proyectaremos dos documentales:

Carne viva, de Marcelo Goyeneche
Me matan si no trabajo y si trabajo me matan, de Raymundo Gleyzer

La presentación y coordinación del debate estarán a cargo de Guillermo Caviasca, de BARRICADA.TV



Sede: Rawson 106 - (C1183AGB) - Ciudad de Buenos Aires - República Argentina
Informes y contacto: seminario.mov.obrero@gmail.com / universidaddelostrabajadores@gmail.com


Carne viva, Marcelo Goyeneche, Buenos. Aires, 2007, 60 min.
Enero de 1959, alrededor de 9000 obreros del frigorífico estatal Lisandro De la Torre , inician una huelga contra su privatización. Mientras el presidente de la república Arturo Frondizi viaja a EEUU, en el barrio de Mataderos se vive una insurrección popular sin precedentes. El documental rescata el testimonio de los protagonistas de la ya legendaria TOMA DEL FRIGORIFICO, para hacer un análisis de los estrechos vínculos que tienen a lo largo de la historia argentina, la carne, la política y la violencia.



Me matan si no trabajo y si trabajo me matan, Raymundo Gleyzer, Buenos Aires, 1974, 20 min.
Documental sobre la situación de los obreros metalúrgicos, que a causa del plomo y las malas condiciones de trabajo, enfermaban y morían de saturnismo. Una de las últimas apariciones públicas del diputado Rodolfo Ortega Peña, asesinado por las fuerzas paramilitares (AAA), días después de terminado este film.
Me matan si no trabajo y si trabajo me matan fue rodada durante el gobierno de Isabel Perón y es la última película terminada por el realizador (después rodó muchos fragmentos que nunca alcanzó a compaginar). Se trata de un excelente corto de 27 minutos estructurado alrededor del conflicto de Insud, una planta metalúrgica que tiene infestados de saturnismo a 79 de sus 81 operarios. Desde el comienzo mismo, la cámara de Gleyzer se comporta como un obrero más, comparte el pan y el vino, las movilizaciones y las asambleas, y después toma vuelo propio para mostrar a la distancia las fachadas tristes de la explotación: el perfil fabril, el cementerio, las calles vacías –"sin perros ni gatos"– por las brutales emanaciones de plomo de la fábrica. Si el aspecto documental confería inédita veracidad a Los traidores, son los recursos propios de la ficción (la gente interactuando en lugar de dirigirse a la cámara, y hasta unos cuantos diálogos montados en plano/contraplano, aunque con tomas rigurosamente documentales) los que hacen de Me matan... un relato de un dinamismo asombroso. Con enorme libertad, incluso, Gleyzer se permitió un sketch humorístico-didáctico acerca de la lógica capitalista con dibujos animados, y un par de secuencias de montaje con desprejuiciadas odas a la olla popular y contra los parásitos de la sangre obrera. Otro tono tiene el clímax, cuando los trabajadores de Insud ganan la plaza del Congreso por sus reivindicaciones, el 29 de marzo del 74, y son calurosamente recibidos por Rodolfo Ortega Peña, en uno de sus últimos actos solidarios antes de ser asesinado por la triple A.

jueves, 7 de julio de 2011

Proyección homenaje a Juliano Mer Khamis.





Proyección homenaje al documentalista asesinado
Juliano Mer Khamis
Martes 12 de julio a las 19 hs
Auditorio Bauen, Callao 360.

La asociación Documentalistas Argentinos realizará un homenaje al colega, actor y director Juliano Mer Khamis, acribillado a balazos por encapuchados el pasado 4 de abril en la ciudad de Jenín, en Cisjordania.
Juliano, hijo de dos militantes, madre israelí y padre palestino, representaba una muy valiosa síntesis en la lucha contra la ocupación israelí. Se definía a sí mismo: "Políticamente soy palestino y lucho con los palestinos. No soy un judío bueno que ayuda a los pobres árabes. La lucha por la liberación de los palestinos es nuestra lucha como israelíes porque compartimos un futuro común". Su actividad y trabajo con los niños palestinos, que continuaba la tarea de su madre Arna, buscaba "formar a los jóvenes para que el arte sea parte de la resistencia palestina contra 60 años de ocupación".


Hablarán: Tilda Rabi (Federación de Entidades Argentino-Palestinas) y destacados periodistas.
A las 20 horas se proyectarán:
Matzeiva Juliano, cortometraje del cineasta brasileño Silvio Tendler en homenaje a Juliano.


Los niños de Arna, Juliano Mer Khamis, Palestina, 2006, 85 min.
Es la historia de un teatro palestino para niños cuya protagonista es judía. Frente al abuso del poder colonial israelí los niños se convierten en combatientes de la resistencia palestina. El teatro existe al día de hoy y funciona como tal. En este documental Juliano retrata el trabajo que hace junto a su madre con los niños de un campo de refugiados palestinos.

Entrada libre y gratuita - Gracias por su difusión


Actividad auspiciada por la CTA Capital.

www.docacine.com.ar Contacto: prensa@docacine.com.ar

sábado, 11 de junio de 2011

"Fuego sobre el Marmara''



Se ha estrenado el Documental "Fuego sobre el Marmara" escrito y dirigido por el periodista valenciano de Telesur, David Segarra, quien a su vez fue integrante de la Flotilla de la Libertad que hace precisamente 1 año intentó romper con el bloqueo marítimo que mantiene Israel sobre Gaza (contraviniendo la legislación internacional y las propias resoluciones de la ONU) y llevar a su vez miles de toneladas de ayuda humanitaria a una población de más de 1 millón y medio de personas asediadas día y noche.

Todos pudimos conocer su fatal deselance: 9 muertos y más de una cincuentena de heridos perpetrados por la marina israelí. Atacados en aguas internacionales, abordaron el barco insignia turco, Mavi Marmara, con más de 750 activistas humanitarios y dispararon con fuego real a personas indefensas y desarmadas que intentaron impedir legítimamente semejante piratería y violación del derecho internacional y humano.

Una pieza documental de primer orden y visionado obligado para todo aquel que quiera saber lo que sucedió aquella madrugada del 31 de Mayo de 2010 en aguas internacionales. Y también para todo aquel que quiera adentrarse mínimamente en una situación de injusticia e impunidad sin precedente que hoy lleva más de 63 años de ocupación, limpieza étnica, masacres, apartheid, bloqueo y racismo contra el pueblo palestino.

A pocas semanas de partir la Flotilla de la libertad II (con un barco español que se suma a la misma a través de la iniciativa Rumbo a Gaza) que en este caso duplicará la asistencia de activistas humanitarios y barcos con destino a la Franja de Gaza, el documental de David Segarra es sin duda una “piedra” significativa en esta Intifada Global y pacifista que hoy pone en jaque al Estado de Israel y sus crímenes como nunca antes desde hacía décadas.

Sin duda dos acontecimientos relevantes han puesto en evidencia la verdadera naturaleza del Estado de Israel: la masacre a Gaza (Operación Plomo Fundido) perpetrada a finales del 2008 y que dejaron un saldo de más de 1400 muertos y 5000 heridos (una tercera parte niños); y sin duda alguna la Flotilla de la Libertad a finales de Mayo de 2010.

En unas semanas se escribirá otro capítulo más y solo esperamos que en esta ocasión se pueda llegar a Gaza rompiendo el bloqueo marítimo, entregar la ayuda humanitaria y que todos lleguen sanos y salvos.

Varios compañeros y amigos estarán en esta Flotilla. Personas comunes y ordinarias, como usted, como yo, como su vecino… pero con una fuerza de voluntad, compromiso, determinación, coraje y humanidad que solo puede manifestarse compartiéndose con los demás.

Porque seguros estamos que esta lucha, además de ser librada por el pueblo palestino, es sin duda una lucha por la Humanidad toda.

fuente: Naranjas de hiroshima.

Fuentes de información: TeleSur (info y documental online), David Segarra Soler, Rumbo a Gaza (info), Esquina Montevideo (documental online en Vimeo), Rompiendo Muros (artículo), GuarataroFilms.

Fuego sobre el Marmara - Documental de David Segarra from Esquina Montevideo on Vimeo.

http://vimeo.com/24690775

martes, 12 de abril de 2011

SUMATE A LA CAMPAÑA X + 632!



El régimen de apoyo a la producción de documentales digitales de bajo presupuesto que se consiguió con la lucha de los documentalistas y es conocido cómo Resolución 632/INCAA, ha demostrado ser un éxito, tanto en cantidad como en calidad de producciones apoyadas y realizadas. Desde fines de 2006 han sido un promedio de más de 40 los documentales al año que confirmaron la viabilidad de este tipo de producciones así como la existencia de una fuerte y creciente demanda (se presentaron más de 200 proyectos al año).

A los fines de sostener la continuidad y viabilidad de esta conquista, e incluso extenderla y colocarla como ejemplo también para la ficción, los abajo firmantes, documentalistas, técnicos, estudiantes, docentes, miembros de la comunidad audiovisual argentina, solicitamos al INCAA la aplicación de medidas que apunten a:

· Aumento del 50% del monto de los subsidios a la producción y posproducción de documentales digitales (desde la creación del régimen a la fecha, casi 4 años, sólo se ha aumentado un 15%)

· Triplicación del porcentaje de adelanto que se percibe en concepto de desarrollo de proyecto (actualmente los exiguos $5000 no cubren las necesidades básicas)

· Implementar un subsidio de $30.000 al lanzamiento en Salas de los documentales de la vía digital. (actualmente no se cuenta con dinero para vía pública y prensa lo cuál invisibiliza esta importante producción de la cinematografía nacional)

· Que se dicten los actos administrativos necesarios para garantizar que se mantenga la representatividad de las asociaciones en los comités de documental, dejando a criterio de cada una de las mismas, la elección de sus representantes y sus recambios.

Para adherir: xmas632@gmail.com

DOCA (Documentalistas Argentinos)
www.docacine.com.ar

martes, 5 de abril de 2011

Asesinan al Documentalista Juliano Mer Khamis.



El integrismo acaba con el activista, director y actor Juliano Mer Khamis
por Alberto Arce

En octubre de 2004 Juliano Mer Khamis estrenaba en la Casa Asia de Barcelona su documental "Los chicos de Arna", uno de los más reconocidos que se han filmado sobre la situación en Palestina. El que la colectividad de activistas reconoce sin ambages como la mejor manera de comprender las raíces de la violencia palestina a partir de la segunda intifada. Al terminar la proyección se impuso el más pesado de los silencios.
Juliano se levantó -como buen actor que era- manejando tiempos, emociones y expectativas, para transmitir su mensaje: "sólo espero que tras ver esta película todos vosotros recordéis que los suicidas y resistentes palestinos son personas con nombre y apellidos, con una historia trágica tras de sí. La próxima vez que en un telediario os informen sobre el último ataque suicida palestino en Israel, recordad a los chicos de Arna".

A Juliano lo ha asesinado un palestino. El lunes por la tarde, en la ciudad de Jenin en Cisjordania. Mohammed Tayyim, Jefe de la policía local, declaró que un hombre le disparó cinco balazos a quemarropa cuando salía del “teatro de la Libertad” que con tantos años de esfuerzo él y su madre levantaron en el Campo de Jenin. Inaugurando ese mismo teatro, Juliano declaraba: “yo he elegido el lado de la justicia, no el de la nacionalidad o el de la religión. Políticamente soy palestino y lucho con los palestinos. No soy un judío bueno que ayuda a los pobres árabes. La lucha por la liberación de los palestinos es nuestra lucha como israelíes porque compartimos un futuro común”.

Juliano sabía que iban a por él. Probablemente nunca pensó que las cartas anónimas que recibía en su casa, las piedras contra su coche y los cócteles molotov lanzados contra el teatro fuesen a terminar en asesinato. La violencia se impuso sobre el arte. El radicalismo escribió el último acto de la gran obra de teatro que fue la vida de Juliano Mer Khamis.
“Los chicos de Arna” fue la película que le dio el reconocimiento internacional. Recoge la historia de la madre de Juliano, Arna Mer, una veterana de las milicias sionistas que combatieron por la independencia del Estado de Israel en sus primeros años. Arna se casó con un cristiano palestino de pasaporte israelí y de esa unión nació Juliano que se definía a sí mismo como “100% palestino y 100% judío”.

El documental comienza en 1987 cuando Arna y Juliano abrieron un teatro, el “Teatro de las piedras” en el Campo de refugiados de Jenin. Utilizando el teatro como terapia y como instrumento de transformación social consiguió que un grupo de niños del campo de refugiados de Jenin representase una obra de teatro, “El romeo palestino”. Tras documentar su trabajo y sus inhumanas condiciones de vida durante 9 años, Juliano regresó a Haifa en 1996. Nunca editó el material filmado.

Varios años más tarde, durante la Operación militar israelí contra el Campo de Jenin, Juliano decidió volver para interesarse por la suerte de sus antiguos alumnos. Se encontró de cara con la violencia y comenzó a grabar de nuevo. Ashraf, su “romeo palestino” había fallecido al inmolarse en una operación suicida en Israel. El resto de protagonistas eran, en mayor o menor medida, miembros de la resistencia armada contra la ocupación. Junto a ellos documentó desde dentro el asalto al campo y consiguió que el mundo entero conociese a las personas que se encuentran tras los grupos armados palestinos. El campo de refugiados fue arrasado en 2002. El Teatro también. La película, que mostraba quiénes eran los niños del “teatro de las piedras” y por qué decidieron luchar con armas en la mano, dio la vuelta al mundo. Contribuyó a personalizar la historia de la resistencia. Dotó de historia y humanidad a los palestinos que se inmolan en la lucha contra Israel. Le convirtió, definitivamente, en habitante de Jenin.

Pese a la violencia y la muerte, Juliano no cejó en su empeño de garantizar que los habitantes del campo dispusiesen de un espacio en el que desarrollarse a través de la expresión artística. Juliano no era inocente. No hablaba de paz sino de justicia. Cuando finalmente consiguió que reabriese el “Teatro de las piedras” reconvertido en “Teatro de la libertad” declaraba: “El lugar elegido para construirlo es el centro del campo de refugiados más atacado de toda Cisjordania, el campo de refugiados de Jenin. Un lugar en el que hay más de 3.000 niños menores de 15 años afectados por el estrés post-traumático. Niños que se orinan encima con 12 años, niños que sólo saben relacionarse entre ellos mediante la violencia. Un lugar rodeado de alambradas eléctricas, un lugar del que sus habitantes no pueden entrar ni salir sin permiso de la autoridad militar israelí. Un lugar que necesita libertad y cordura”. Se definía a sí mismo como un activista contra la ocupación. “Este lugar nunca había tenido un teatro, nunca había estado expuesto al arte y la cultura y estamos construyéndolo todo desde cero. Actores, público e instalaciones. Formamos a los jóvenes para que el arte sea parte de la resistencia palestina contra 60 años de ocupación”.

A Juliano le odiaban los radicales de ambos lados del muro. En Jenin, donde se había instalado, le amenazaban por representar “Rebelión en la granja” y mostrar a un cerdo como protagonista. Atentaba contra los principios del Islam. Al igual que atenta contra el Islam fomentar talleres de teatro mixtos en los que niños y niñas pudieran participar juntos de actividades artísticas. Pero no se quedan cortos en Israel. No hay más que leer los comentarios sobre su asesinato que comienzan a circular por medios conservadores israelíes para comprender que la figura de Juliano Mer Khamis era odiada por todos aquellos que no son capaces de atravesar las fronteras de su propia estupidez. El director de cine israelí amos Gitai, que le había dirigido en varias películas, dijo "hay gente como él que es radical y trata de servir, con su propio cuerpo, como puente sobre los desfiladeros del odio.

Por eso, pocas horas después de su asesinato, cientos de palestinos se concentraban en la Plaza Al Manar de Rammallah. Contra la estupidez y los desfiladeros del odio.


fuente: www.lavozdelacalle.es

viernes, 25 de febrero de 2011

Sucesos Argentinos en el Artecinema.

Ciclo en ArteCinema / Espacio INCAA km3 / Salta 1620

Durante marzo se exhibirán documentales sobre “Sucesos Argentinos”: importantes hechos de la historia de nuestro país desde las diferentes miradas de realizadores/as de DOCA.

Jueves 3 de marzo, 20 hs:

Zanón, Escuela de Planificación, Contraimagen, 2002, 35 min.
La primera experiencia de control obrero luego de 20 años que surge en la provincia del Neuquén. En él podemos ver la planificación de la producción en función de la comunidad, los lazos con los movimientos de desocupados y de derechos humanos. Revaloriza un horizonte socialista en el contexto de la crisis argentina. Un video visto y debatido por decenas de trabajadores y estudiantes de todo el país.



Un gigante dormido, Sandra Godoy y Julio Tejeda, 2008, 42 min.
Los Talleres Ferroviarios de Tafí Viejo fueron inaugurados en 1912, ubicados en la Provincia de Tucumán, Argentina. Hasta los años `50 los Talleres tuvieron su época de esplendor, se fabricaban y reparaban vagones y locomotoras. A comienzos de la década del `60 se puso en marcha un plan para cerrar talleres y ramales, política que se mantuvo durante las sucesivas décadas, ocasionando la desaparición de pueblos enteros, despidos, privatización y posterior desguace. La violencia ejercida sobre la industria ferroviaria nos dejó un territorio dividido y aislado junto a una incalculable pérdida moral y económica.

Jueves 10 de marzo, 20 hs:

Calles de fuego, Marcelo Goyeneche, 2010, 4 min.
Un grupo de vecinos de Oran (Salta) puso a las calles el nombre de pobladores desaparecidos e indicaron su lugar de militancia. David Leiva, abogado militante por los derechos humanos nos lleva a conocer esas" calles de fuego" que mantienen viva la memoria.


El día que bombardearon buenos aires,
Marcelo Goyeneche, 2004, 60 min.
Este trabajo indaga el bombardero sobre Plaza de Mayo acontecido en 1955 basándose en el testimonio de sus protagonistas y la opinión de historiadores, escritores e investigadores.



jueves 17 de marzo, 20hs:



Agua de fuego, Boedo Films, 2001, 74 min.
Este trabajo refleja la vida de la gente de Cutral-Có, provincia de Neuquén, después de las puebladas de 1996 y 1997 que enfrentaron la desocupación producto de la privatización del petróleo.

Jueves 24 de marzo: FERIADO, NO HAY FUNCION

Jueves 31 de marzo: 20 hs:


Pochormiga, Francisco Matiozz, 2004, 30 min.
Claudio "Pocho" Lepratti fue asesinado por la Policía de Santa Fe durante las conmociones de diciembre de 2001. El documental rescata el trabajo solidario que desarrollaba Pocho, buscando abrir caminos de esperanza entre los menos favorecidos de esta sociedad. Algunos piensan que fue justamente esto lo que buscaron matar sus asesinos. Hoy las paredes de la ciudad proclaman "Pocho vive" mientras su recuerdo se expande y su ejemplo se multiplica.

El Puente, Myriam Angueira, 2002, 46 min.
17 de Diciembre de 1999 Corrientes Argentina. Un gran número de Autoconvocados cortan el Puente General Belgrano después de casi un año de marchas, cortes y exigencias del pago de sueldos atrasados. A diez días del nuevo gobierno Nacional de De La Rua, el pueblo correntino es Reprimido. Casi el mismo día dos años después 19 y 20 de Diciembre de 2001, Buenos Aires, Argentina. El pueblo Autoconvocado produce la Rebelión Popular que derroca al gobierno Nacional. El Puente se transforma así en una reflexión sobre la clase media. Una mirada sobre el viejo país que se hunde y el nuevo país que emerge, el país de la resistencia.


DOMINGOS 6, 13, 20, 27 de marzo, 18hs:


Diablo, Familia y Propiedad, Cine Insurgente, 1999, 90 min.
La lucha de clases y su inscripción simbólica al desnudo. Mediante un resorte simbólico, el mito de “EL FAMILIAR“, el film aborda la histórica resistencia de los oprimidos a lo largo de todo un siglo en la zona de los grandes ingenios azucareros salto jujeños. Según este mito los grandes terratenientes tienen un pacto con el diablo, encarnado en un siniestro animal conocido como El Familiar, el mismo asume distintas formas, desde las más monstruosas hasta las más seductoras, y a cambio de la sangre de algunos peones durante la cosecha, garantiza a los “señores“ la prosperidad.
Muchos se negaron a esa suerte y combatieron a este “diablo” con forma humana y muchos otros, hoy retoman sus banderas.

Un encanto de señora, Cine insurgente, 2009, 23 min.
A 10 años de estrenada la película “Diablo, familia y propiedad”, se realizó como homenaje a la lucha por la memoria con un video que documente el escrache que se hizo en el año 2000, a los dueños del ingenio Ledesma, la familia Blaquier. Participaron el SEOM de Jujuy encabezado por el Perro Santillan, Cine Insurgente, HIJOS y las Madres de Libertador General San Martín, encabezadas por Olga Márquez de Aredes y acompañados de decenas de organizaciones populares.



ArteCinema: Salta 1620, Constitución, Ciudad de Buenos Aires

Entrada: general: $ 6 - estudiantes: $ 4 - jubilados: $ 3.

www.docacine.com.ar

Contacto: prensa@docacine.com.ar

viernes, 18 de febrero de 2011

Werner Herzog utiliza el 3-D en su último documental, ‘The Cave Of Forgotten Dreams’.




Werner Herzog opta por el 3-D para este nuevo documental aún pendiente de estreno. Herzog se empezó a interesar por la Cueva de Chauvet, lugar en Francia donde se filma la película, después de leer un artículo del New Yorker. Recibió un permiso especial del gobierno francés para filmar en las cuevas, e incluso con el pase, su equipo y él mismo estaban bajo estrictas medidas de seguridad para proteger la cueva.


Antes de comenzar esta película, el director alemán se declaraba reacio a la utilización del 3-D en el cine. Pero hablando en LA Times el septiembre pasado, Herzog dijo: "Una vez que ves la cueva con tus propios ojos, te das cuenta de que tiene que ser rodada en 3-D. Nunca he utilizado esta técnica en las 58 películas que he hecho antes y no tengo planes de hacerlo nunca más, pero es importante para captar las intenciones de los pintores."

Comentario curioso con el que continúa el artículo. Opina que Avatar fue difícil para él de seguir, y que las comedias románticas nunca debe ser en 3-D porque aleja de la emotividad de la película.