lunes, 9 de noviembre de 2009

“ El cine es un templo donde el espectador es predicador de su propio destino”.



ENTREVISTA A HAYRABET ALACAHAN:

“ El cine es un templo donde el espectador es predicador de su propio destino”.

Hayrabet Alacahan, más conocido como “Hayra” es el director y creador de la Fundación Cineteca Vida, investigador, historiador y cine clubista desde 1979, Pre-seleccionador y jurado de varios festivales dentro y fuera del país. Trabaja desde hace más de 10 años en el Museo del Cine “Pablo Ducrós Hicken” de la Ciudad de Buenos Aires.
Su archivo personal reúne datos sobre 40 mil películas y más de 5 mil biografías de directores y actores, 4 mil libros, casi 5 mil películas en formato digital (DVD y VHS), más de 2 mil películas (de todos los géneros, largos y cortos) en pasos de 35 mm, 16 mm, 9.5 mm, S 8 mm y 8 mm.
Trabajador incansable en la difusión del cine argentino independiente, ha logrado organizar proyecciones en Francia, España y Bélgica.

MG -¿Como nace esta pasión por el cine?

HA -Mi primer acercamiento fue a los 4 o 5 años cuando mis padres me llevaban al cine, creo que desde ahí comenzó sin darme cuenta esta pasión. Con mi hermano menor éramos unos locos que veíamos todas las películas que pasaba por la pantalla del cine de nuestro barrio. Sin importancia del género, ni los directores, ni el país, no importaba nada, la cuestión era no perderse la próxima función. A veces extraño esa época porque veíamos al cine sin ningún principio ni prejuicio. Esto fue así hasta mis 30 años, cuando me invitaron por primera vez a un cineclub. Era el cineclub “Buenos Ayres”, me atrapo de entrada el clima que se respiraba, era un lugar verdaderamente diferente a las salas enormes que yo conocía, era fines del 79’ plena dictadura militar.

MG -¿Te acordas de alguna película en particular o un director de aquella época que haya influenciado en vos?

HA –Hubo muchas, donde descubrí directores como, Wajda, Fassbinder, Herzog, Bergman, Pasolini, Zanussi, Kachyna. “El calabozo” de los hermanos Mekas”, “El Dependiente” de Favio y “Pascual Duarte” de Ricardo Franco, entre otros, me conmovieron profundamente. Además descubrí gratamente el cine Argentino (Shunko, Breve Cielo, Prisioneros de la tierra, Crimen de Oribe) y Latinoamericano (El chacal de Nahueltoro, Sangre de Cóndor, Araya, Vidas secas). Descubrí el mundo de los cortos y el género documental que es uno de mis favoritos.
Ahí fue cuando empezó mi curiosidad sobre los realizadores y sus obras, y como también mis reflexiones sobre el rol del cine y su magnitud en la sociedad en todos los sentidos. Por lo tanto comencé a investigar de a poco y fui armando mi archivo con libros, apuntes y películas. Agradezco mucho a esa casualidad que me llevo al cineclub porque ahí mi vida tomo otro rumbo, me di cuenta de lo que quería verdaderamente para el resto de mi vida.

MG -¿Qué diferencias notas en el público del cineclub de aquella época con los que concurren ahora?

HA –La magnitud quizás no es la misma, antes se completaba, explotaba de gente la sala, hoy hay muy poco público como lógica consecuencia de la aparición del soporte digital. Las películas se consiguen por otros medios. Lo que más lamento es que mucha gente se pierda el ritual de la pantalla grande, es otra dimensión, otra magnitud, otro vuelo... Esa pantalla enorme es como una arena movediza que te traga con placer, te va llevando pero sin ahogarte sino te da más oxígeno. El disfrute no es el mismo, me ha pasado con jóvenes realizadores de encontrarlos en algún festival y de que me cuenten asombrados los cambios que notaban en sus películas al verlas en la pantalla grande, acostumbrados a ver sus trabajos en la pantalla de TV o de las computadoras. No tengo dudas, el cine es un templo donde el espectador es predicador de su propio destino.

MG - Trabajas en el Museo del Cine ¿Contame como es tu trabajo?

HA –Hace 11 años que trabajo en el Museo, estoy en el área de cinemateca, mi trabajo es identificar material y corroborar su estado, hacer un inventario y luego pasarlo a la sección de catalogación. Es un trabajo que me fascina, poder ver todo ese material en la moviola es increíble.

MG -¿Hay mucho material desconocido por recuperar?

HA –Hay mucho material en el Museo. Como sabrás apareció una copia de Metrópolis de Fritz Lang con más secuencias de la que se le conocían hasta hoy. Todo un hallazgo.

MG -¿Se esta digitalizando el material recuperado?

HA –Si de a poco, porque es un trabajo muy costoso. En este caso, como bien sabes, el Museo del Cine pertenece al Gobierno de la Ciudad y nuestro lugar de trabajo esta muy abandonado, es un lugar inhóspito, no conveniente para el trabajo que debemos realizar. A veces siento que el Museo del cine ya no es un Museo, sino es un depósito de cine. Cuando piensas en un museo piensas en un lugar agradable, gente visitando exposiciones y viendo funciones, esperando una atención como corresponde y con los trabajadores contentos para brindar su conocimiento, poder trabajar bien, en nuestro caso estamos muy limitados. Por lo cual siempre tratamos que llegue a la opinión pública nuestra disconformidad. Alguna vez esto si o si debe cambiarse.

MG –Esta descripción que haces tiene mucho que ver con nuestra historia, ¿no? Con una sociedad que pone su memoria, su historia, su identidad en un deposito.

HA –A los seres humanos, nos pasa lo mismo que a un archivo en mal estado o descuidado. El tal estado físico o psíquico nos lleva a la degradación, a la perdición, no tenemos salida. La mayor parte del patrimonio cultural argentino, tristemente esta en condiciones lamentables. Donde hay degradación se ve la escasez de la cultura, la educación, donde se pierde absolutamente todos los valores. Mi gran ilusión son las nuevas generaciones, no veo otra salida inmediata.


MG –Fue muy significativa la producción de cine mudo argentino, considerada entre las mas importantes dentro de Latinoamérica. ¿Dónde están esos Films?

HA –Se calcula que de cine mudo argentino esta perdido casi el 90 por ciento. Hace poco, el Museo del Cine editó una colección llamada “Mosaico Criollo”, primera antología del cine mudo Argentino, con material de nuestro archivo y de algunos aportes de privados. Es muy poco lo que queda… Conocemos los títulos, los nombres de los actores y directores, el año de producción, pero lamentablemente se han perdido la mayoría por la negligencia de algunos que no supieron la importancia del patrimonio de aquel entonces, para preservar a las generaciones futuras.

MG –Se debate en estos momentos la nueva Ley de radiodifusión, desde DOCA planteamos la importancia que tiene la inclusión dentro de la ley del libre y gratuito acceso al material de archivo de los canales de TV así como una política seria de preservación del patrimonio audiovisual.

HA –Esto hay que entenderlo como patrimonio cultural del país, como iniciativa me parece maravillosa. Estamos hablando que para acceder a este material hay que pagar precios internacionales cuando aquí la gente no tiene salarios internacionales y donde ese dinero se tendría que invertir en la preservación, cosa que no se hace. Tiene que haber una solución, tenemos que encontrarnos una salida entre todos los sectores, debatir la cosa realmente, proponer ideas convenientes y construir aun lentamente, Los cambios necesarios

MG -¿Cómo ves el futuro del Museo del Cine?

HA –Al respecto soy muy realista y este realismo mío suena como pesimista, porque no vemos ningún cambio desde los funcionarios de la ciudad (el Museo del Cine pertenece al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires). No hacen nada. Algunos de ellos que visitan al Museo dicen: -“Hay lugares peores que este”- en referencia a la estructura edilicia.
Por otro lado esta el proyecto de creación de una cinemateca nacional. Ojalá que se concrete pronto, sino de acá a un par de años, nuestros hijos no van a tener donde ir en busca de su pasado.

MG –Sos jurado y seleccionador de Films de varios festivales. ¿Cómo ves el cine independiente?

HA –Gracias a poder seleccionar trabajos para el festival de Toulouse, conocí muchos realizadores independientes que hacen sus trabajos de una manera muy artesanal y donde descubrí películas muy buenas. No estoy en contra de directores que filman con mucha producción, donde hay de todo tipo de películas y en diferentes géneros.
Pero me identifico totalmente con los directores independientes y hago lo que puedo por fomentarlos. Hay una cantidad de cine que se hace por fuera de la industria que no tiene el lugar que debería tener en las pantallas grandes y chicas. Y eso impide que lleguen al espectador. Sonara feo pero, una película que no llega al público es una película inconclusa.

MG -¿Qué crees vos que debería cambiar para que estos films puedan ser exhibidos y distribuidos, en definitiva para poder llegar al público?

HA –El primer paso es que el INCAA las reconozca. No entiendo como el instituto no tiene en cuenta esta realidad. No estamos hablando de 2 o 3 películas, estamos hablando de mucha “producción”. Películas que no tienen dada que envidiar a las “costosas”: Muchas de ellas van al exterior y ganan premios en los festivales, y son reconocidas no porque están hechas con dos mangos, se destacan por su contenido, su creatividad, por su ingenio y por otras cualidades. Ahora estoy seleccionando para el festival de Saladillo “Cine con vecinos”, hemos recibido como 50 largometrajes y hay cuatro películas que son increíbles. Están realizadas por los amigos, vecinos del realizador, imperdibles en todos los sentidos. Y estas películas seguramente van a ser ignoradas y eso me duele mucho a veces más que sus propios realizadores, algunos no saben como defender su producto, ni tienen idea de cómo lograr una difusión digna.

MG -¿Has visto en estos 30 años mucha gente que abandona sus proyectos?

HA –Es increíble pero un montón. Mucha gente se queda en el camino, se cansaron de insistir. Y hablo de gente muy talentosa. Es una verdadera pena porque como cinéfilo, yo quiero que se filme. Sería maravilloso encontrar diferentes propuestas de contenidos y estéticas en la pantalla…, eso demostrara que estamos bien encaminados culturalmente y donde realmente podemos elegir lo que nos interesa y no lo que nos quieren imponer.

MG –Ya que lo mencionas, ¿Cuál es tu definición de cinéfilo?

HA – (sonrisa) No lo sé, es muy difícil definir lo que yo siento por el cine.
Podría decirte que es una pasión pero la verdad es que lo mío ya es casi una enfermedad.


Hayrabet Alacahan participara en la MESA DEBATE SOBRE PRESERVACIÓN Y UTILIZACIÓN DE MATERIAL DE ARCHIVO a realizarse el próximo Miércoles 18 en el Aula Magna del ENERC Moreno 1199 Capital Federal a las 19Hs. En el marco de la III Muestra DOCA ’09“Ocupar las Pantallas” + información en www.docacine.com.ar / prensa@docacine.com.ar