24 de Marzo 1976

La Legitimación del Genocidio: ¿Podría volver a suceder?

Por Marcelo Goyeneche

En pocos días se cumplirá un nuevo aniversario del ultimo golpe militar que sucedió en nuestro país. No quería escribir un simple recordatorio, que nunca esta demás, sino analizar un poco mas en profundidad lo que sucedió en aquellos tiempos y asociarlo a algunos hechos que se sucedieron en los últimos días.

Un poco de historia:
Se puede afirmar que los derechos humanos son una creación de la comunidad internacional tras la contemplación de los crímenes ejecutados por el régimen nazi durante la segunda guerra mundial. El holocausto es el mayor genocidio del siglo XX y ha sido también el más documentado. De allí que se lleve adelante los juicios de Nuremberg –primer hito del derecho penal internacional- donde mas de 20 jerarcas nazis son condenados. Las condenas se producen gracias al testimonio de los sobrevivientes junto con fotos y filmaciones de los campos de concentración. Los funcionarios nazis explicaron y defendieron los métodos de exterminio y quisieron justificar la llamada “Solución Final”. Eichmann, en el juicio que se le hizo en Israel dijo: “Yo trate de mejorar las cosas, que entraran 700 judíos por vagón en lugar de mil” este discurso, esta justificación del mal, nos puede llevar a una negación de los crímenes que den lugar a la edificación de un discurso que contemple un nuevo exterminio.

El Obispo y su teoría:
Hace unos días el Obispo Williamson fue expulsado del país por negar el Holocausto.
En una entrevista para la televisión sueca el obispo sostuvo que no existieron cámaras de gas para asesinar sistemáticamente seres humanos y que los números del genocidio apenas rondarían los 200 mil muertos. Para fundamentar sus hipótesis Williamson cita el informe “Leuchter” (les recomiendo vean el documental de Errol Morris “Mr. Muerte” ascenso y caída de Fred Leuchter Jr). Leuchter es un personaje que se encarga de arreglar las sillas eléctricas en Estados Unidos para que los condenados a muerte no sufran mas de lo necesario, -como que se les queme el cuerpo una vez que ya están muertos- y además es un negador de la existencia de cámaras de gas de los nazis.

De Civiles y Militares:
Los que me conocen saben que es un tema que me apasiona: El jueves 16 de Junio de 1955 parte de la Fuerzas Armadas de nuestro país bombardearon la Plaza de Mayo, la excusa matar a Perón, en la práctica mas de 400 muertos. Algunos de los responsables:
Emilio Masera, Guillermo Suárez Mason, Horacio Mayorga, el constructor de Autopistas Osvaldo Cacciatore, etc., etc. Los mismos nombres que se repiten en la última dictadura, los mismos genocidas de aquella historia del 55 como de la del 76. ¿Por qué? ¿Por la legitimidad que le da la sociedad a estos actos?.
El discurso que operó como legitimación del genocidio argentino pero también latinoamericano fue, al igual que en el nazismo, el discurso racista - biologisista. Aunque en el caso de Argentina no se fundamentó centralmente en diferencias raciales o étnicas, sino en la prácticas socio-políticas de los sujetos “meritorios” de ser aniquilados.

Hola Susana, queremos matar:
Hace pocos días la “Diva” Susana Giménez arremetió frente a las cámaras “contra el problema de la inseguridad” porque asesinaron a un amigo suyo. En su discurso encontramos una serie de frases como: “Al que mata hay que matarlo”, “Esto no da para mas”, “No me hablen de derechos humanos” etc.,etc. No esta demás aclarar que el pensamiento de Susana representa al de muchas personas en este país que no ven a la inseguridad como un efecto producto de las recetas económicas impuestas durante décadas junto a una política de destrucción de las clases trabajadoras, sino la causa, al igual que en los setenta cuando se decía:”algo habrán hecho” y se pedía mano dura frente a la subversión, como si la guerrilla hubiera nacido por generación espontánea. Como si la inseguridad fuera producto de que está “lleno de negros villeros” y volvemos al discurso racista-biologisista, muy peligroso que lleva -como sucedió durante el nazismo- a negar al otro, a ponerlo en una categoría inferior que justificara su exterminio. Que bueno sería escuchar a Susana pidiendo con el mismo ímpetu: Que no se mueran más chicos desnutridos en este país!, que haya políticas destinadas a la Educación, la Salud y el Trabajo en un país donde la mitad de los chicos en edad escolar no terminan la escuela primaria.

Conclusiones:
¿Es posible que un genocidio como el perpetuado en los setenta, vuelva a suceder?
La respuesta es claramente si, si es posible. Dependerá pura y exclusivamente de nosotros que esto no se vuelva a repetir y está ligado al compromiso que se asuma desde lo individual hasta lo colectivo. Que tomemos conciencia que no solo hace falta memoria sino que hay que ejercitarla con justicia y que la construcción de una sociedad mas justa para todos, con igualdad de posibilidades, con salud y educación será la herramienta fundamental para poder neutralizar la negación y la justificación del mal, un camino que nos llevara sin dudas a las puertas de un nuevo genocidio.