martes, 30 de marzo de 2010
Ciclo de cine “Las huellas de la memoria”.
El cine documental y la memoria como parte del proceso de aprendizaje de nuestra historia reciente.
Por iniciativa de SADOP (Sindicato de docentes privados) y la asociación DOCA (Documentalistas argentinos) con el auspicio de la Secretaria de Cultura de la Provincia de Salta se llevo acabo el ciclo de cine documental “Las huellas de la memoria” con el objetivo de llevar este tipo de producciones a los alumnos de las escuelas secundarias de Salta Capital y de la ciudad de Orán. Con motivo de conmemorarse un nuevo aniversario del último golpe militar, los días 22,23 y el 24 de Marzo pasado (Día de la Memoria) pasaron alrededor de 1.000 chicos de entre 15 y 17 años por las distintas proyecciones que se realizaron de los documentales: “Ni olvido, ni perdón” del grupo de cine Contraimagen, “El día que bombardearon Buenos Aires” de Marcelo Goyeneche, “Palabras” de Ana Mohamed y “Gaviotas blindadas III” del grupo Mascaró.
Enseñar la dictadura, enseñar el genocidio
Cómo contarles a los chicos lo que fue el terrorismo de estado y el asesinato sistemático de seres humanos sino es a través de la escuela. Y es la escuela a su vez la única que nos puede “salvar” de que algo así no vuelva a suceder. En teoría se ve muy fácil pero en la práctica debemos sortear los intereses de grupos de poder que prefieren seguir formando excluidos para tener la seguridad de que sus intereses no se vean cuestionados. Comienzan a llegar los chicos, se los ve con más ganas de irse a sus casas que de experimentar una proyección de cine documental. La sala se llena de guardapolvos blancos, comienza la función y el silencio va ganado de a poco a los chicos que parecen escuchar con atención el testimonio de un señor mayor que cuenta como Etchecolatz participaba de las torturas de sus compañeros. Luego las imágenes del bombardeo del 55´ y los cadáveres en la plaza. ¿Que estarán pensando los pibes en ese momento? ¿Les pasara lo mismo que a mí cuando a su edad vi esas imágenes por primera vez?. Se prenden las luces y comienza la charla con los invitados.
Hablar de los desaparecidos puede sonar a algo muy lejano para los chicos pero cuando es presentado Humberto (Humberto Colautti es hijo de madre desaparecida y nieto recuperado por las abuelas de Plaza de Mayo) la atención se centra inmediatamente en él y comienzan las preguntas. Humberto demuestra una madurez increíble para contar su historia de vida y poder relatarla de una manera pedagógica que transmite mucho valor y ternura. Las preguntas se suceden y nos dejan sorprendidos el nivel de reflexión de algunos jóvenes. Una chica indignada refleja una rabia legítima al preguntarse ¿Por que no nos enseñan esto en la escuela?.
Orán y el ejercicio de la memoria
Orán es una ciudad enigmática, cerca de la frontera con Bolivia y con un calor abombante, esta llena de secretos y de historias de resistencia. Por aquí dicen testigos paso el Che y se sigue buscando desde mediados de los años 60 al periodista desaparecido Jorge Emilio Masetti y a Oscar Atilio Altamira Guzmán, quienes intentaron con otros compañeros crear un frente rebelde y conformaron en 1963 el Ejército Guerrillero del Pueblo.
Antes de asistir a la proyección en la Casa de la cultura de Orán el abogado y militante de derechos humanos David Leiva nos llevo a dar una vuelta por la ciudad. Su intención no era que sea la típica vuelta turística para conocer la Plaza principal, la municipalidad o la vieja iglesia sino para mostrarnos todo el trabajo que por varios años, los militantes como él, habían hecho por la memoria. El primer lugar fue una Plaza donde colocaron un busto del Che Guevara. Nos cuenta David que tuvieron que hacer un acampe allí luego de poner el busto ya que las posibilidades de que lo destruyeran eran concretas. Varias noches se quedaron durmiendo junto al “Che” para cuidarlo de aquellos que prefieren tener un busto de Mitre, Roca o algún otro prócer, de esos que no molestan. Finalmente se salieron con la suya y hoy la plaza ya no es conocida por su nombre oficial y fue bautizada por el pueblo como: Plaza “Che Guevara”. El siguiente punto en el “tour” de la memoria fue también otra plaza. En ella se construyo “El portal de la memoria” donde están escritos los nombres de los desaparecidos de la ciudad de Orán, artistas de la ciudad construyeron unas placas recordatorias donde se pueden leer los nombres de los compañeros desaparecidos pero también se recuerda su lugar de militancia. David visiblemente emocionado se para junto a la que recuerda a su hermano en ella se lee: Adán Rodolfo Leiva militante del PTR-ERP y la fecha de su desaparición en la provincia de Tucumán 6-10-1975.
Por ultimo, viajamos hacia las afueras de la ciudad, en uno de los barrios más humildes se encuentra uno de los logros más importantes de estos militantes incansables de los derechos humanos. Las calles con los nombres de los desaparecidos de Orán. Contento, David nos cuenta como surgió la idea y como se llevo adelante esta gesta que tuvo sus frutos cuando la legislatura de Orán aprobó esta iniciativa. En una esquina leemos el cartel señalizando el nombre de la calle, en el dice: Maestra Rural detenida desaparecida, Adela L. Lezcano y su fecha de desaparición. También hay una calle que lleva el nombre de su hermano: Militante guevarista, Adán Leiva. “Es difícil encontrar estos carteles” dice Leiva. “Se encargaron de destruirlos, pero cuando llega una carta sigue figurando el nombre de los compañeros” y se le escapa una sonrisa de satisfacción al saber que la obra de su esfuerzo y la de sus compañeros no se a podido borrar por mas que se empeñen en arrancar todos los carteles.
Sin educación construimos a diario un nuevo genocidio
Recién en este 2010 del Bicentenario se hará la reforma educativa que dejará de lado el polimodal de los ’90, retornará al esquema de seis o siete años y apuntará a contener la grave deserción estudiantil, que alcanza al 50 por ciento. El genocidio en este país continuo luego del fin de la dictadura militar, lo hablamos en la proyección con los chicos, hay una parte de esta historia que tampoco se cuenta y es la del genocidio económico ¿o acaso Martínez de Hoz no tendría que ser juzgado? junto con Bussi, Menéndez y demás asesinos. Las Madres de plaza de Mayo hicieron lo que el poder judicial aun no resolvió, realizaron un juicio ético contra Martínez de Hoz por genocidio económico y también se reclamó que vuelva a tener vigencia el impuesto a la herencia, derogado durante la dictadura y que "impone la transmisión gratuita de los latifundios", y que se modifique la ley de Reforma Financiera y se anule la deuda externa contraída durante la dictadura militar.
Es importante explicarles a los chicos que este proceso genocida no solo lo llevaron adelante un grupo de militares sino que contó con el aval de una importante parte de la sociedad civil, empresarios, partidos políticos y de la iglesia católica. Que otra manera hay de explicarles lo que sucedió si no es con la verdad y solamente la verdad. Documentada e impresa en los manuales escolares y con los maestros capacitados para poder sostener un debate y reflexiones donde los chicos conozcan nuestra historia reciente, entendiendo que la educación y el conocimiento en general son las barreras para impedir el desarrollo de practicas sociales genocidas. Termino la función, algunos saltan de las butacas rápidamente, otros comienzan a irse en grupos hablando y riendo, otros más callados y pensativos y otros se acercan: nos piden datos, quieren saber más, se lamentan de que en la escuela no le hayan contado nada de lo que acaban de ver, algunos nos dan las gracias y nos abrazan. Fue una jornada muy emotiva para nosotros, nos vamos con el sabor de un triunfo, chiquito pero seguro, tan seguro como que algunos de estos pibes camino a su casa se estarán preguntando ¿Dónde esta Julio López?
Marcelo Goyeneche.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario